No hay ninguna razón para que Argentina siga votando con el sistema histórico de las largas papeletas individuales. Los motivos para ir a una reforma de boleta única sobran: ecología (todos los frentes políticos tienen que imprimir millones de papeles que van a la basura), corrupción (es un negocio multimillonario que favorece el financiamiento espurio de la política), transparencia (sería mucho más fácil de fiscalizar un sistema de papeleta única, con los frentes marcados), etcétera. Sin embargo, no hay ningún motivo para quedarse con el sistema, salvo favorecer todos los vicios del sistema actual. Sin embargo, con la impunidad de siempre (o incluso más) el kirchnerismo votó en contra en Diputados y hará lo mismo en el Senado.
En la Cámara baja, la iniciativa (impulsada por la oposición) fue aprobada recientemente por 132 votos a favor y los 104 del oficialismo, que no pudo esgrimir motivos claros en sus argumentos. Los diputados del Frente de Todos, se limitaron a decir que no era una preocupación de la ciudadanía, lo que no es cierto, y que el tratamiento era una imposición de Juntos por el Cambio que no tenía el acuerdo suficiente como para llevarla adelante.
Según un estudio publicado hoy por la consultora Poliarquía, la gran mayoría del electorado argentino está en favor de implementar el modelo de boleta única, tal cual indica la propuesta aprobada en la Cámara de Diputados. No es ninguna sorpresa que entre los partidarios de Juntos por el Cambio haya una gran mayoría que se manifieste por el sí, cifra que según el estudio alcanzaría el 86%. El dato que tendría que tener en cuenta Cristina Kirchner es que, de seguir con su posición por la negativa, estaría actuando contra la preferencia de la mayoría de su propio electorado: el 55% de los encuestados que se reconocieron como oficialistas, también quieren implementar el sistema de boleta única.
“Hay niveles de apoyo social más que significativos y hay un nivel de apoyo que es homogéneo a lo largo de la sociedad, cosa que es generalmente atípico”, señaló Alejandro Catterberg de Poliarquía, con relación a la posición “no partidaria” de la mayor parte de los argentinos. Es que, solamente los que están en el negocio clientelar politiquero pueden estar en favor de seguir como hasta ahora.
Aunque el peronismo en general tendría los votos para frenar la iniciativa, es probable (sobre todo teniendo en cuenta la caída del Frente de Todos en las encuestas), que algunos senadores, que representan a los gobernadores del interior, puedan manifestarse en sintonía de la oposición. El frente oficialista está en el momento de mayor debilidad hasta el momento y esta sería una buena oportunidad para varios referentes peronistas para comenzar a diferenciarse de una posición absolutamente impresentable e injustificable.