El 6 de junio, un avión proveniente de Caracas, con 17 tripulantes a bordo, aterrizó en la Terminal de Cargas del Aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires. Doce de ellos eran venezolanos y cinco iraníes. No es ninguna novedad que las autoridades nacionales simpatizan con los regímenes dictatoriales de ambos países, sin embargo, el arribo ya estaba bajo varios radares. Para empezar, Paraguay había advertido formalmente sobre el vuelo, que además tuvo que pasar por Córdoba por cuestiones meteorológicas. Es decir, el avión en el que llegaron los iraníes que se encuentran demorados en el país, ya estaba bajo varios radares. Si hubo algún plan para mirar para otro lado, finalmente se impuso el protocolo. Igualmente, no se podían ir a ningún lado, ya que ningún proveedor estaba dispuesto a colaborar con el despegue.
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Con el correr de las horas del día del arribo, las fuerzas de seguridad argentinas fueron recibiendo diversas notificaciones, de varios organismos internacionales, sobre la vinculación de la tripulación iraní con la “Fuerza Quds”, división de la Guardia Revolucionaria de ese país. Además, la operación del vuelo estaba a cargo de una compañía llamada Mahan Air, vinculada a la organización militar. La “Fuerza Quds”, como también sus miembros y empresas vinculadas, son categorizadas como “terroristas” por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos desde 2007. Mientras tanto, el avión sigue sin poder despegar en el aeropuerto de Ezeiza. Es que las empresas que tenían que colaborar con la logística para que la nave siguiera su rumbo, no estuvieron dispuestas a negociar absolutamente nada con una tripulación vinculada al terrorismo internacional.
Hospedados en un hotel, con libertad de movimiento, pero sin poder salir del país, los iraníes se enteraron hoy de que la justicia pidió que se retengan por 72 horas más todos sus pasaportes. “Habré de requerirle a la Sra. directora de la Dirección Nacional de Migraciones que mantenga retenidos a la orden de este Tribunal los pasaportes de los ciudadanos iraníes”, indicó un juez federal de Lomas de Zamora, que tiene la jurisdicción sobre el aeropuerto internacional de la provincia de Buenos Aires.
Esta mañana, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, reconoció que el nombre de uno de los tripulantes “coincide con un nombre de la Guardia Revolucionaria islámica”. El presidente Alberto Fernández sigue de cerca la cuestión con preocupación, ya que el inesperado incidente encendió todas las alertas internacionales. La cuestión ya repercutió, como era de esperar, en el plano político.
El diputado opositor Ricardo López Murphy presentó una denuncia en el juzgado federal que atiende la causa para que los funcionarios que participaron del operativo alrededor del vuelo en cuestión, rindan las explicaciones pertinentes. “Hicimos la presentación para que el juez interviniente en la causa del avión venezolano-iraní avance en la investigación contra los funcionarios”, declaró el diputado liberal. Igualmente, la fiscal federal Cecilia Incardona ya impulsó esta tarde una investigación y pidió decretar el secreto de sumario para que no se filtren las medidas de prueba.
El Ministro @FernandezAnibal acaba de confirmarlo: aterrizó en Argentina un avión venezolano-iraní con tripulación vinculada a grupos terroristas. No son solo incompetentes, son un peligro para la Nación. Seguiremos esto en la justicia, no quedará impune su desidia. pic.twitter.com/8gwg9Ap8cP
— Ricardo López Murphy (@rlopezmurphy) June 13, 2022