El hecho que el Washington Post tenga sus servidores en el estado de Virginia permitió al actor Johnny Depp que todo el proceso judicial quede registrado ante las cámaras y se transmita ante el público. Era lo que él y su equipo de abogados querían, ya que la verdadera batalla se daría ante la opinión pública. Es que, si algo era más importante para Depp que los millones que deberá pagarle su exesposa, Amber Heard, era recuperar su imagen y buen nombre. Algo que logró con creces, luego del escarmiento que le hizo pasar un infundado artículo publicado en 2018. El fallo unánime de los siete miembros del jurado hoy es, sin dudas, un duro golpe al feminismo colectivista, que pretende igualar acusaciones (si provienen de mujeres) con culpabilidades masculinas.
Aunque este juicio acaparó la atención de todo el mundo, en varios países se dieron situaciones muy semejantes, con finales similares. No hace mucho, el actor argentino Pablo Rago fue “cancelado” por completo, y hasta tuvo que abstenerse de participar de las presentaciones de las producciones que ya había realizado previamente. Luego de un proceso judicial transparente, se demostró que su acusadora mintió descaradamente, perjudicando el buen nombre y honor de un artista, que contó con pocos defensores en el proceso. Muchos de sus colegas y periodistas se alejaron de él como si se tratara de un leproso contagioso.
Cuando explotó el escándalo en torno a Depp por el artículo, que sin nombrarlo lo señalaba como un marido violento y abusador, Disney ya estaba en la preproducción de Piratas del Caribe 6. Aunque no se hizo público el contrato, en Hollywood se habla de un supuesto cachet de 22,5 millones de dólares, que embolsaría el actor de Jack Sparrow. También se rumoreó una supuesta contraoferta por parte de Depp, donde aceptaba reducir considerablemente sus honorarios, con tal de no suspender la película. Finalmente, Disney se fue para atrás y dejó todo en stand by, aunque seguramente habrá tenido que desembolsar el dinero originalmente pautado, ya que el contrato habría estado firmado. Hoy, luego de demostrar que todo había sido una calumnia, Johnny Depp no quiere saber nada con la compañía que le dio el tiro de gracia a su cancelación. Ahora dice que no interpretará el pirata para ellos, ni por 300 millones de dólares.
A pesar que el fallo en contra se convirtió en un duro cachetazo para el feminismo colectivista en general, Heard apeló nuevamente a su condición de mujer y aseguró que todas las mujeres en general salieron perdiendo luego de este juicio. “Estoy aún más decepcionada con lo que significa este veredicto para otras mujeres”, señaló desde sus redes sociales. Seguramente, más que todo esto le preocupará por estas horas los millones con los que tendrá que compensar a Depp, luego de su falsa acusación pública.
— Amber Heard (@realamberheard) June 1, 2022
A contramano de lo que dice la actriz de Aquaman, el proceso judicial significó el nacimiento de una nueva estrella a nivel mundial: la bella e inteligente abogada de Depp, Camille Vasquez, que tan solo con 37 años se convirtió en la mujer del momento en los Estados Unidos. Claro que lo hizo en base a su mérito propio y no al colectivo al que Heard apeló para victimizarse.
La abogada, que cautivó al público norteamericano con sus intervenciones en el juicio público, estudió en la Universidad del Sur de California y en la Escuela de Leyes de Southwestern. Es hija de padres inmigrantes, provenientes de Cuba y Colombia. Toda una historia de superación y mérito. Otro durísimo golpe al relato progresista feminista actual, que hoy sufrió un fallo en contra, que generará jurisprudencia en el distrito más importante: en las cabezas de la gente.