Las homilías para las fechas patrias, con los presidentes de turno escuchando, siempre fueron momentos políticos importantes en Argentina. En 1987, Raúl Alfonsín decidió subir al púlpito (rompiendo todos los protocolos implícitos de la jornada), para decirle a un obispo castrense que había hablado de “coimas y negociados”, que brindara los nombres públicamente. Aunque escenas de enfrentamiento directo no se han repetido hasta la fecha, los mandatarios de la democracia han “transpirado la gota gorda” al escuchar a las autoridades máximas de la Iglesia dar su opinión, usualmente dura, sobre la coyuntura nacional.
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En 2006, la tradición se rompió con un discurso del entonces cardenal Jorge Bergoglio, que enfureció a Cristina Kirchner. El futuro papa había cuestionado duramente el enfrentamiento que fomentaba el Poder Ejecutivo. Ella, ya presidente, decidió faltar a los clásicos compromisos. Con Mauricio Macri la tradición se restauró y Alberto Fernández, que el año pasado tuvo la excusa de la pandemia, hoy se hizo presente en la Catedral de Buenos Aires con sus ministros, luego de una negociación con las autoridades de la Iglesia católica argentina, de la que no trascendió absolutamente nada. Pero al escuchar la presentación lavada del cardenal Mario Poli, uno puede comprender bien que conversaron y hasta puede advertir la influencia del Vaticano argentino en todo el proceso.
Lo único que dijo el cardenal Poli en la homilía de este 25 de mayo (fecha patria de la Revolución y el primer Gobierno Patrio) es que el pan “falta en tantas familias”. El religioso se limitó a pedirles a los argentinos que “piensen en el prójimo y en sus necesidades básicas”. Hubo alguna mención a las “tensiones que parecen repetir crueles enfrentamientos”, pero no se sabe si hizo referencia a las discusiones con la oposición o a la interna del Frente de Todos. Sea como fuere, poca cosa teniendo en cuenta el desastre de la gestión del oficialismo y la dura crisis económica que sufre la mayoría de los argentinos.
La que sí dijo que son momentos “tan difíciles para nuestro pueblo” fue la vicepresidente. Alejada por completo de la gestión, separando a sus hombres de las decisiones de gobierno y buscando despegarse del fracaso total de su coalición, Cristina Kirchner dio otro paso en su complicada estrategia de convertirse en la líder de la oposición. Si alguien del exterior que no está demasiado al tanto de la política argentina está confundido por estas líneas, quédese tranquilo que entendió bien. Sí, la vicepresidente está buscando posicionarse como la principal referente opositora, ayudada por las diferencias conceptuales dentro de Juntos por el Cambio y la irrupción de un outisder como Javier Milei. Cosas de argentina y el peronismo que pasan por estos pagos nomás…
Con el mismo amor de siempre a nuestro país y a nuestra historia, aún en momentos tan difíciles para nuestro pueblo, hoy más que nunca! Viva la Patria argentinos y argentinas! pic.twitter.com/y7Vp90wCHk
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) May 25, 2022