Al final era todo relato. Los “periodistas” defensores de la televisión pública escribieron la última página del programa de televisión “678” haciéndole juicio al Estado. Aprovechando los delirios de la legislación laboral argentina, se consideraron “despedidos” y decidieron llevarse el último sueldo en los Tribunales, que también tendrán que pagar los contribuyentes.
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Si faltaba un argumento para manifestarse en favor de la liquidación total de los medios estatales era este. Además de tener que pagar el sueldo a los voceros rabiosos del kirchnerismo (o de cualquier gobierno de turno), ahora también parece que hay que abonar millonarias indemnizaciones, luego que los ciclos de propaganda se interrumpan con los cambios de gestión.
El programa de televisión 678 se emitió entre el 9 de marzo de 2009 y el 23 de diciembre de 2015, coincidiendo con la etapa “cristinista” más radical del primer kirchnerismo. Aunque en un principio se planteó como un espacio audiovisual que discutiría la agenda de los medios denominados “hegemónicos”, terminó siendo un burdo show propagandístico, donde sus conductores y panelistas perdieron toda su credibilidad y trayectoria.
Ante el rumbo que terminó teniendo “678”, conductores y panelistas como María Julia Oliván (que estuvo solamente el primer año de transmisión), dieron un paso al costado. Sus informes, invitados y columnistas no hacían más que dar una visión monocorde de la realidad, defendiendo al kirchnerismo con un énfasis que no tenían ni siquiera los funcionarios de gobierno. Aunque todo era bastante evidente en su momento, era claro que nadie lo hacía gratis.
Lo insólito es que no se hayan conformado con los jugosos sueldos que cobraban mes a mes y que ahora reclamen una millonaria indemnización, al considerarse “despedidos” durante la gestión de Mauricio Macri que, lógicamente, interrumpió el programa.
La sentencia que le otorgó a Orlando Barone el derecho a cobrar 15 millones de pesos (75000 dólares), motivó a sus colegas a litigar también contra el Estado argentino, ya que el programa se emitía por la Televisión Pública. Edgardo Mocca, Carlos Polimeni, Roberto Caballero, Jorge Halperín, Carlos Barragán Hernán Brienza y Nora Veiras ahora también quieren lo suyo y reclaman más de 125 millones de pesos (aproximadamente 650.000 dólares).
Corrección de titulo: la gente que labura y paga impuestos deberá pagarle a Orlando Barone porque no pudo seguir viviendo a costa del contribuyente
La TV Pública deberá pagarle $15 millones al expanelista de 6,7,8 Orlando Barone https://t.co/uY06EP3S92 a través de @LANACION
— Roberto Cachanosky (@RCachanosky) May 10, 2022
Las autoridades actuales del canal estatal piden por estas horas compartir el pago con la productora privada, Pensado Para Televisión, pero reconocen el “derecho” de los periodistas a litigar contra el “empleador”. Con el argumento que la situación empeorará con el paso del tiempo, Rosario Lufrano, directora de la señal pública, desistió de llevar el caso a la Corte Suprema de Justicia.
Con el kirchnerismo derrumbado en las encuestas y ante el fracaso total del engendro del Frente de Todos, la reencarnación de la izquierda peronista agoniza de la peor manera: con sus principales defensores en silencio, parasitando de la peor manera las estructuras del Estado que defendían como algo sagrado todas las tardes por televisión.
En sus propios términos, podríamos decir que se trata de una “privatización” de los recursos públicos. Dinero de los bolsillos de los contribuyentes argentinos, que irá a parar a sus cuentas de banco privadas. Claro que lo más probable es que allí los pesos estarán muy poco tiempo. Seguramente, fiel al doble discurso y a la hipocresía total que los caracteriza, lo más probable es que compren dólares estadounidenses. Ahí ya podríamos hablar, siempre en sus términos, no solamente de “privatización”, sino de “fuga de capitales”.