“Que te pongan una banda y te den el bastón…un poquito es. Pero, créanme, y lo digo por experiencia…”, dijo hoy Cristina Fernández de Kirchner, haciendo referencia a algo muy concreto. Cualquiera que tenga una mínima idea de lo que la vicepresidente tiene en la cabeza, no puede tener ninguna duda. En el contexto de lo que estaba hablando, de los poderes económicos fácticos, que supuestamente dejaron vetusta la división de poderes republicana, CFK se refiere a la supuesta necesidad presidencial de más poder. Incluso, algo insólito para ella, hasta dio una muestra de debilidad al decir que “sabe por experiencia” de lo que habla. Pero el antikirchnerismo a veces no entiende nada.
Los principales medios argentinos utilizaron la frase con la foto y hasta entrecomillaron una cita que no dijo textualmente. Un portal concluyó la idea de la siguiente manera: “Que te pongan una banda y te den el bastón no significa que tengas el poder”. Aunque esas palabras no salieron precisamente de su boca, lo cierto es que hacía referencia a esa idea. Quedará en el criterio y la conciencia periodística de cada medio y comunicador. Yo no completaría así la frase en un textual, pero es cierto que eso quiso transmitir.
Como en cada intervención pública de Cristina, al instante explotaron las redes sociales con manifestaciones de apoyo de la tropa propia y de durísimos ataques y críticas del espacio antikirchnerista. Aunque era muy claro a lo que hacía referencia CFK, miles de cuentas, donde también aparecían importantes e inteligentes dirigentes de la oposición, irrumpieron con una supuesta certeza: la vicepresidente estaba fustigando y menospreciando al jefe de Estado, Alberto Fernández. Nada más lejos de lo que había querido decir. A diferencia de otras tantas chicanas, Kirchner no estaba ni pensando ni criticando a su subalterno.
Sin embargo, lo único que se leyó esta tarde en las redes sociales argentinas, en lo que a política respecta, fue supuesto ninguneo de ella hacia él. Más allá de lo infantil de la obsesión con la pelea entre ambos, que puede dejar a la opinión pública “colgada del pincel” con cualquier negociación, lo preocupante es que, en el afán de la catarsis antikirchnerista, nadie parecía percibir que CFK estaba proponiendo abolir la república.
Como dijimos en el artículo de esta mañana, con la excusa que la división de poderes se creó hace muchos años, Cristina llamó a repensar el constitucionalismo de cero. Poco y nada se leyó en este sentido. Toda la jornada fue la inflación récord del mes pasado y una interpretación infantil y limitada, de uno de los más peligrosos discursos que Kirchner dio en su vida.
Si la oposición desea reemplazar al Frente de Todos, tanto política como conceptualmente, tiene que elevar un poco el nivel del debate. Hoy, no estuvieron ni a la altura de la máxima rival, de la que se la puede (y debe) criticar por lo que dice, pero a la que hay que entender en su pensamiento. Lamentablemente, el antikirchnerismo a veces es tan berreta y superficial como la militancia de La Cámpora.