El Edificio Kavanagh fue durante muchas décadas sinónimo del más alto status en Buenos Aires y Argentina. Inaugurado en la época de oro de la ciudad, en los años treinta, con sus 120 metros de alto, fue la construcción de hormigón armado más grande de Sudamérica por muchos años. Su estilo racionalista y art decó, y su impecable estado de conservación, hacen que muchas personas tengan el deseo de vivir en una de las joyas porteñas más tradicionales del último siglo. Alicia Castro, dirigente y militante fanática chavista y kirchnerista, fue una de las privilegiadas del proceso de “redistribución del ingreso”, que le permitió comprar en el soñado e inalcanzable edificio para la mayoría de los mortales. Allí es vecina del analista de mercados y “puntero” de Javier Milei, Carlos Maslatón.
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¿Dónde se cruzan en esta historia el Kavanagh, Castro y Robert De Niro? En la preproducción de una serie de Disney que se filmará próximamente en Argentina. En esta historia, que constará de cinco capítulos, la mega estrella norteamericana compartirá elenco con los consagrados a nivel local Guillermo Francella y Luis Brandoni, del que De Niro es amigo personal. Todos los edificios tienen una vecina jodida que complica las cosas en las reuniones de la administración y el elitista Kavanagh no es la excepción. Castro, que tiene el poder sobre dos unidades, no quiere saber nada de la filmación. La negativa, que según los vecinos es absolutamente intransigente, tiene en stand by a los productores, que pensaban alquilar dos departamentos que se encuentran vacíos y disponibles.
La exembajadora kirchnerista, que profesa un fanatismo insólito por el régimen de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, estaría encaprichada por más de una cuestión: además del antinorteamericanismo de la izquierda en general se le suma el hecho de que Brandoni es uno de los más populares referentes de Juntos por el Cambio. El actor y político radical es defensor acérrimo de Mauricio Macri y profundamente antikirchnerista.
Según los primeros trascendidos en los medios, con los copropietarios como únicas fuentes de información, la excusa de Castro para su negativa sería la siguiente: Robert De Niro está muy relacionado con la actual administración demócrata de Joe Biden, por lo que permitirle la entrada al tradicional edificio de la capital argentina sería arrastrar los departamentos al conflicto de Europa del este, con la invasión de Rusia a Ucrania. Insólito es poco.
Habrá que ver cómo resulta la votación en una reunión de la administración de un edificio en Buenos Aires, que se esperará hasta en las oficinas de Disney en Estados Unidos.