Desde Jacques Chirac, allá por 2002, ningún presidente francés ha logrado la reelección. Emmanuel Macron quiere romper el maleficio y apuesta fuerte a otra regla francesa: la del éxito asegurado por el hecho de llegar a la segunda vuelta con un candidato (en este caso podría ser candidata) que genere mayor rechazo que un mandatario desgastado. Para las elecciones de hoy, el exjoven, que llegó con promesas revolucionarias no cumplidas de libertad, igualdad y fraternidad, comienza a apostar a que es el “menos malo” en relación con Marine Le Pen.
El triunfo en primera vuelta se garantizaría solamente con un candidato que supere el 50 % de los votos en la instancia de hoy. Ante cualquier escenario diferente, habrá segundo round entre los dos primeros. Con 12 contendientes en carrera, pero pocos con ilusiones presidenciales, todo parece indicar que habrá una segunda instancia. La militancia oficialista ya apunta sus armas contra la candidata de la derecha, y le achaca el folleto que tuvo que mandar a destruir en medio de la campaña presidencial.
Resulta que Le Pen había impreso su folleto físico antes de la invasión rusa a Ucrania, por esos días cuando, a pesar del desenlace previsible, Alberto Fernández le decía a Putin ante las cámaras que incremente su influencia en América Latina y que use a la Argentina como puerta de entrada a la región. Inoportunamente, el Frente Nacional imprimió un millón doscientos mil copias, del panfleto de campaña, donde Le Pen se mostraba junto al que hoy es el hombre más cuestionado del planeta, como un referente internacional de su eventual gobierno.
Con la invasión consumada, y la masacre sufrida por el pueblo ucraniano ante los ojos del mundo, el equipo de campaña de la candidata dio la orden de retirar de circulación todos los folletos. Hasta el día de hoy no se sabe cuántos se destruyeron y cuántos fueron repartidos. Desde el FN aseguraron que quitaron los folletos de circulación por un error ortográfico. En el oficialismo utilizaron el episodio para asociar a Le Pen con el ruso, haciendo referencia a sus similitudes ideológicas. La idea es la de tratar de dejar atrás el fracaso de la mediación de Macron, que se entrevistó con Putin para tratar de persuadirlo que desista de la locura que finalmente cometió.
Los dos que se quieren “colar” en el balotaje
El debutante Eric Zemmour juega este domingo una especie de interna en la general por el votante derechista, contra una Le Pen cuestionada por razones ya conocidas. Con un discurso fuerte en contra de la inmigración islámica, pero con un perfil diferente, el candidato buscará destronar al Frente Nacional, que tuvo un voto cautivo ante la desaparición de la centroderecha tradicional.
Por izquierda, el que va por la revancha, luego de tres intentos en elecciones presidenciales, el que intentará dar el batacazo es Jean-Luc Melechon. El socialista se postula por el frente “Francia Indómita” busca representar a la izquierda dura, ante las opciones de centro y de derecha que encontrarán hoy los franceses en el cuarto oscuro.