Argentina no es el ombligo del mundo (aunque a nosotros nos cueste aceptarlo) y la política de la Ciudad de Buenos Aires no debe ser ni por asomo una preocupación o un tema de interés para la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Así que, sin haber estado en la reunión ni en su organización, uno se imagina el exitoso proceso de la estafa o relato de Horacio Rodríguez Larreta para con la referente del Partido Popular. Ante el casi nulo conocimiento de ella, él se debe haber mostrado como el opositor al kirchnerismo de mayores probabilidades para las próximas elecciones, y le debe haber “vendido el buzón” de “la libertad”, con el que pretende atrapar algún incauto del electorado local. En resumidas cuentas, el falso “Larreta liberal” cumplió su objetivo y se trajo de España el valioso aval que fue a buscar.
“Hoy hemos recibido al jefe de Gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, a quien nos une la misma vocación por la libertad y la prosperidad de los ciudadanos para los que gobernamos. Ojalá sus políticas se extiendan pronto por toda Argentina”, dijo la madrileña desde sus redes sociales.
Lo cierto es que la “vocación por la libertad” del intendente porteño habita solamente en su relato, y en las incautas cabezas de Díaz Ayuso y sus asesores, que le sentaron enfrente para apoyar al jefe de Gobierno que más antiliberal que tuvo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Hasta la centro izquierda, con las gestiones de Fernando de la Rúa, Aníbal Ibarra y Jorge Telerman gestionaron de manera más austera, cuando les tocó hacerse cargo del distrito.
Más allá de la voracidad fiscal y reguladora inagotable del dirigente del PRO, su costado más liberticida se vio durante la pandemia del coronavirus, donde en muchos aspectos fue más duro que el kirchnerismo. Además de acatar todas las indicaciones inconstitucionales de Alberto Fernández, el jefe de Gobierno salió a decir que sus funcionarios irían “casa por casa” para que se cumplan las normativas oficiales. En su delirio violatorio de las libertades básicas, sus funcionarios pegaron afiches en todos los edificios de la ciudad, con los números de teléfono del gobierno municipal, para que las personas denuncien a sus vecinos. Como si esto fuera poco, hasta se le dieron indicaciones a los encargados, para que oficien de una especie de “stasi porteña”, como informantes desde adentro de las propiedades.
“Los encargados también van a cumplir un rol fundamental en el control de la cuarentena obligatoria, pudiendo notificar a la administración y realizar la denuncia correspondiente al 137, que es la línea nacional de denuncia; o al 147, que es la línea de la Ciudad”.
— Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta) March 22, 2020
De forma muy distinta gestionó la pandemia Díaz Ayuso, quien hoy por una burda desinteligencia apoyó una candidatura presidencial, de un colega que no ha mostrado diferencias al gobierno del PSOE y Podemos, que ella tanto critica. La cabeza del gobierno de Madrid ha defendido a los comercios y se ha mostrado crítica de las injustificables violaciones a las libertades individuales que fomentó el Poder Ejecutivo de su país. Por eso la conocen muchos argentinos liberales, para los que se convirtió en una referente de las ideas civilizadas en Europa.
Apenas subió las fotos de la reunión de hoy, muchos de estos argentinos le advirtieron enfáticamente desde sus cuentas de Twitter, que el “Larreta liberal” al que apoyó, es una estafa. Habrá que ver qué dice Díaz Ayuso luego de leer estas críticas, y, sobre todo, luego de chequear el prontuario del candidato argentino que acaba de avalar.