Si el mismo Frente de Todos reconoció (en la voz del canciller Santiago Cafiero) que atraviesa por un “momento político crítico”, podemos imaginarnos la gravedad de la situación real detrás de bambalinas. Alrededor de Alberto Fernández, un grupo le pide que muestre “autoridad” y se separe (aún más) de CFK lo antes posible. No obstante, otra facción le pide que retome el diálogo (al menos político), ya que consideran que no existe suficiente tiempo como para plantear dos alternativas políticas independientes y enfrentadas de cara a 2023.
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En el cristinismo todo es virulencia. Allegados a la vicepresidente aseguran que ella considera que “vuela todo por los aires” en cualquier momento y que mejor es que la factura se la pasen al presidente, que gobierna solo por primera vez desde diciembre de 2019. Mientras tanto, aunque sea solamente para la tribuna, los intelectuales kirchneristas le declararon públicamente la guerra a Alberto.
Bajo el título “Moderación o pueblo”, los referentes vinculados al kirchnerismo duro publicaron una carta abierta donde critican duramente al mandatario. Lo acusan de no estar definido y de tener una actitud timorata. Para ellos, en la búsqueda de evitar los conflictos, el mandatario terminará enemistado con su entorno.
“Cuando se pretende hablarles a todos, se termina hablándole a nadie. Cuando se pretende no pelearse con nadie, se termina peleado con todos. Si no se está dispuesto a representar en forma primaria a la base política, se termina representando a nadie. El conflicto existe: no asumirlo, lejos de ampliar la sustentación, diluye a los que no lo protagonizan en la nada política”, señalaron.
El texto publicado este lunes lo firmaron Teresa Parodi, Adrián Paenza, Cynthia García, Rita Cortese, Victoria Onetto, Carlos Rozanski, “Dady” Brieva, Artemio López, Daniel Tognetti, Roberto Caballero, “Mempo” Giardinelli, Sandra Russo y María Seoane, entre otros.
El anuncio vacío sobre la anunciada, con bombos y platillos, “guerra contra la inflación, fue uno de los blancos que los intelectuales kirchneristas abordaron. Para ellos fue “un anuncio sin anuncios”, que generó “expectativas” y “defraudación”. En uno de los párrafos más duros, los referentes del cristinismo manifestaron:
“La política gubernamental ha llegado a su punto más trágico: la preparación de escenarios de anuncios donde no se realizan anuncios. Es la práctica fallida de anticipar políticas que no se concretan: el mismo gobierno genera las expectativas y la defraudación de las expectativas. Es el instante cruel donde la moderación se transforma en impotencia. Deciden bajarle la intensidad a la política y, como efecto no deseado, suprimen a la política. Proponen ir despacio, pero terminan inmóviles. Pretenden hablar suave, pero se vuelven inaudibles. Todo lo que se presenta moderado termina siendo débil y sin capacidad transformadora. Es necesario recordarlo: los gobiernos no se evalúan por sus intenciones, sino por sus eficacias”.
“Las decisiones las tomo yo” y la autonomía tardía
Luego de la publicación de la carta, Alberto Fernández rompió el silencio esta mañana en una entrevista radial y aseguró que no esperen de él una actitud que vaya “en contra de la unidad” del Frente de Todos. Sin embargo, aseguró que las decisiones del gobierno las toma él y que no existe “la presidencia colegiada”.