“Ojalá pudiera compartir más, pero por ahora puedo decir que es bastante obvio para muchos que algo anda mal con Putin. Siempre ha sido un asesino, pero su problema ahora es diferente y significativo. Sería un error suponer que este Putin reaccionaría de la misma manera que lo habría hecho hace cinco años”. Las palabras pertenecen a un hombre que cuenta con información de primera mano. Claro que puede ser verdad o ser meramente una manifestación que oficie como una bala más en un momento de guerra. Pero el senador republicano Marco Rubio, que dice que “quiere” pero “no puede” hablar más, es uno de los miembros de alto rango del Comité de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos. Mientras tanto, los rumores sobre la salud de Putin crecen en todo el mundo. Al ruso se le ve cada vez menos, lo que no hace otra cosa que sumar leña al fuego.
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El que se animó a mencionar la palabra “cáncer” y que asegura que Putin tiene claros síntomas de Parkinson, fue el historiador y exjefe del Departamento de Relaciones Públicas del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Valery Solovey. El académico, que sufrió muchas críticas en cuanto a lo poco verosímil de sus afirmaciones (antes de la invasión había dicho que Putin tenía una ciudad subterránea para su familia en caso de guerra nuclear), poco a poco comenzó a ser más escuchado. Solovey asegura que tiene fuentes en el Kremlin, que le confirmaron, tanto los problemas de salud del mandatario, como su eventual plan de escape.
Hace dos años, el historiador fue detenido y encarcelado por decir en una radio de Moscú que Putin estaba siendo presionado por su entorno para que renunciara a su cargo, justamente por problemas vinculados a la salud del mandatario.
Médicos consultados por los medios norteamericanos señalaron que la presencia de un cáncer no sería algo para descartar. Es que la palidez e hinchazón que se le ha visto en la cara y el cuello serían posiblemente compatibles con las terapias agresivas que combaten tumores peligrosos. Todos recordamos las últimas imágenes del Hugo Chávez visiblemente hinchado antes de su fallecimiento, del que todavía no se sabe a ciencia cierta cuándo pudo haberse producido.
“Creo que su sistema inmunológico podría estar deprimido. Así que es un hombre que tiene prisa”, señaló Chris Parry, de la Royal Navy británica. Él también se suscribe a la posibilidad de un tumor maligno. “Putin no se ve tan bien, ha estado bastante hinchado. Sabemos que se ha quejado de tener problemas en la espalda”, agregó Fiona Hill, especialista estadounidense en materia de asuntos exteriores.
Por ahora hay que esperar. Este se trata solamente de uno de los tantos frentes que tiene el conflicto en Europa del este. Lo que es claro, sobre todo con el recrudecimiento de la dictadura en Rusia, es que puede que todas las noticias no lleguen los próximos días del campo de batalla en Ucrania.