Carlos Ruckauf está de vuelta. Y eso es absolutamente liberador a la hora de decir lo que uno piensa sin ningún reparo más que la propia conciencia. A los 77 años, el dirigente peronista ya fue diputado, ministro de Trabajo, vicepresidente de la Nación y canciller. No tiene ninguna razón como para disfrazar sus palabras ni temores sobre cómo pueden ser recibidas. Por eso, cuando, el periodista Jonatan Viale le preguntó: “¿Carlos, cómo se frena esto?, él respondió:
“¿Cómo se frena a Putin? Matándolo”. Con la misma serenidad con la que pudo haber dicho cualquier otra cosa. Su respuesta generó murmullos detrás de cámara tan sonoros, que hasta se colaron por los micrófonos de ambiente.
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Sin inmutarse demasiado, el excanciller argentino trazó un paralelo con Adolf Hitler y dijo que si lo hubieran matado a finales de la década del treinta, el mundo se hubiera ahorrado millones de muertes de víctimas inocentes. “Estamos hablando de un dictador siniestro que es un híper nacionalista. Él está tratando de armar la nueva Gran Rusia”, dijo como argumento ante la necesidad que ve de frenar a Putin.
Para Ruckauf, el argumento de la cercanía del armamento de la OTAN es una excusa, ya que, por la modernidad y tecnología de los misiles en la actualidad, que las bases occidentales se encuentren en Ucrania o el Polonia, para Rusia es exactamente lo mismo.
El experimentado dirigente justicialista también denominó como “republiquetas” a los territorios a los que Rusia les reconoció la soberanía y dijo que Argentina, por su posición histórica sobre las Islas Malvinas, jamás podría avalar la cuestión. En su opinión, si el gobierno de Alberto Fernández reconoce la potestad de Putin para argumentar la independencia de los territorios ucranianos afines, que supuestamente ahora defiende, nada puede decir Argentina si los isleños en el Sur, voluntariamente desean continuar bajo la órbita británica.
“Estamos ante una suerte de Führer”, señaló Ruckauf, que recordó la previa a la Segunda Guerra Mundial, cuando Gran Bretaña consideró que los nazis se podrían conformar con los territorios de Checoslovaquia y la anexión de Austria.