Los medios argentinos titularon en su mayoría que Javier Milei “faltó” al debate del presupuesto en la comisión, donde se presentó el ministro de Economía, Martín Guzmán. También resaltaron que, mientras transcurría la jornada legislativa en Buenos Aires, el economista libertario se encontraba en Rosario, provincia de Santa Fe, en el marco de un gran evento masivo, como los que ya ha sabido convocar en distintos puntos del país.
En las redes sociales también se vivió intensamente el debate. Mientras unos acusaban al flamante diputado de haber faltado “al primer día de trabajo”, otros respondían que no tenía la obligación de participar en la reunión de una comisión a la que no pertenece. Lo cierto es que ambas partes tienen un punto. Lamentablemente, lo que debió ser un debate civilizado y constructivo, terminó en la típica carnicería twittera, tan común dentro del liberalismo argentino.
Si hablamos desde el punto de vista reglamentario, Milei no tenía ninguna obligación de estar en el mano a mano con el ministro. Sería imposible pedirles a todos los diputados que estuvieran en todas las comisiones, incluso de las que no participan. Desde el sector del economista, que llevó ayer una multitud a Rosario, se señaló incluso la “doble vara”, ya que nadie criticó la ausencia de María Eugenia Vidal, cabeza de lista de Juntos por el Cambio en las últimas elecciones.
Como diputado nacional, el referente de La Libertad Avanza tenía permitido el acceso a la reunión y contaba con la posibilidad de increpar a Guzmán, pero sin el voto que sí tienen los parlamentarios que pertenecen a la comisión. Sin embargo, también es cierto que Milei es economista y la cita de ayer no era una oportunidad para despreciar. El ministro transpiró “la gota gorda” ante las filosas intervenciones de Ricardo López Murphy y José Luis Espert, que fueron los que terminaron capitalizando no sólo la jornada, sino la ausencia del otro referente del liberalismo argentino.
Más allá de los furiosos intercambios en las redes, donde no faltaron los comentarios mal intencionados, lo cierto es que tanto López Murphy como Espert y Milei consolidaron algo en la tarde de ayer. El diputado de Republicanos Unidos y el bonaerense se mostraron en el primer día como los dos parlamentarios más serios y capacitados de la oposición. Evidentemente, el paupérrimo nivel de la mayoría de los legisladores será la garantía del incremento de la imagen pública de ambos. Más de uno, luego de sus intervenciones ante Guzmán, comenzó a soñar con la posibilidad de eventuales candidaturas presidenciales dentro de dos años. Si la situación económica apremia, y ellos mantienen el nivel de ayer con la visibilidad que otorga la banca, no sería un delirio.
Por su parte, Javier Milei, que sí cosechó críticas (muchas de ellas fundadas) también revalidó títulos en materia de apoyo popular. El acto en Rosario fue multitudinario y sin respaldo de ningún aparato partidista. Seguramente se trate del único referente político argentino capaz de conseguir semejantes manifestaciones de apoyo. Su idea es recorrer todo el país para consolidar su espacio y es bueno que así lo haga. Pero su agenda deberá estar en sintonía con sus compromisos parlamentarios, ya que es diputado nacional y los ojos están puestos sobre él. Y sí, la vara no será la misma a la hora de compararlo con legisladores como María Eugenia Vidal. Pero él tiene otras cosas que ofrecer, al igual que Espert y López Murphy, por lo que las exigencias serán muy distintas.