Magdalena Espósito Valiente, de 24 años, llevó a su pequeño hijo Lucio el último viernes a un hospital de General Pico, La Pampa, en compañía de su pareja, Abigail Páez, de 27. El niño presentaba diversos traumatismos, pero en un primer momento nadie sospechó de las mujeres, que dijeron haber sufrido un robo. Sin embargo, con el correr de los minutos, la situación cambió radicalmente. El niño, que presentaba lesiones previas al último episodio, falleció de una hemorragia interna. Lógicamente, ambas quedaron detenidas por el hecho. Al día de hoy, sobra la evidencia de que Lucio era víctima constante de maltrato físico por parte de Valiente y Páez.
“Llamá a la policía, porque están pegándole al nene. Las tortas hijas de puta”. Este mensaje es parte de una conversación de WhatsApp en la que dos vecinas de la pareja llamaron a la policía y a una ambulancia en el mes de agosto. Evidentemente, el calvario que sufría el menor a mano de estas mujeres tiene ya larga data.
“Hijo mío, me dejas con el alma rota buscando ‘el porqué’ de tantas cosas y me doy cuenta ahora de lo que estabas sufriendo y yo sin saberlo y ahora es tarde. Te tenían preso de tu infancia e inocencia”, escribió el padre, Christian Dupuy, en sus redes sociales.
Según la familia paterna, ellos peleaban la tenencia en la justicia desde hace un año, que el niño fue a vivir a La Pampa con su madre y su pareja. “A ese juez o jueza, que me mire a la cara, que les dije ‘esa criatura termina mal porque algo le van hacer’. Hoy se ven las consecuencias. Hace un año y pico se lo dije. Termina mal o vendiendo falopa o me lo matan. Y ayer me lo mataron. La propia madre y la propia pareja lo mataron”, declaró el abuelo Ramón Dupuy a los medios locales.
Mientras tanto, Espósito Valiente y Páez están detenidas, sospechadas del delito de “homicidio simple” y “agravado por el vínculo”, en el caso de la madre. La fiscal de la causa, que lleva el juez Néstor Ralli, es Verónica Ferrero.
La madre y la novia son seguramente las culpables, pero… ¿el padre tiene alguna responsabilidad?
El trágico hecho deja en evidencia que, aunque el progresismo se empeñe en hacer referencia a “la violencia de género”, lo cierto es que la violencia no tiene género. En Argentina, entre 2017 y 2020, se dictaron 110 resoluciones “con perspectiva de género”.
Las mismas tuvieron lugar en Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, La Rioja, Neuquén, Mendoza, Río Negro, Santa Fe, Santa Cruz y Tucumán, por la Cámara Federal de Casación Penal, la Cámara Contravencional y de Faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la justicia nacional en lo Criminal y Correccional, la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba y la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal.
Sin embargo, a pesar de la perversión absurda de la perspectiva de género en materia judicial, lo cierto es que detrás de la muerte de Lucio puede haber otra incómoda realidad: que los esfuerzos por parte del padre no hayan sido suficientes, al menos para un caso con estas características y, sobre todo, si hablamos de una justicia como la Argentina.
Aunque la familia Dupuy haga referencia a los reclamos judiciales no escuchados, lo cierto es que podrían estar haciendo referencia exclusivamente al conflicto por la tenencia. Es que desde la Justicia pampeana, fuentes (aún anónimas) de la Defensoría de Niños repiten a los periodistas que las consultan, casi como un mantra: ”No hay denuncias, presentaciones ni informes en algún tipo de organismos, ya sea judicial o administrativo de primer, segundo o tercer nivel. No hay nada”.
PanAm Post conversó con diversas fuentes que confirman que la tenencia en la temprana edad, suele estar del lado de la madre. “En el caso de hijos de padres separados, el principio que establece la ley, y que siguen los jueces, es que los chicos pequeños deberían estar prioritariamente con la madre, a menos que existan razones objetivas para quitárselo y entregárselo al padre”, aseguró un especialista judicial en el campo penal.
Sin embargo, claro que existen excepciones para que la tenencia cambie de manos. Estas tienen que ver con que se demuestre que la madre lleve un tipo de vida que puede ser perjudicial para la salud o desarrollo del chico. Entre las cuestiones que enumera otro especialista en derecho, de amplia trayectoria en tribunales penales de Argentina, los argumentos válidos y usuales giran alrededor de casos con madres “adictas”, “promiscuas” o “violentas”. Desde su cuenta de Twitter, Páez tiene menciones que dejan en evidencia un usual consumo de drogas, situación que podría haber al menos sido parte de un argumento judicial.
Los especialistas en el campo consultados por el medio, coinciden que, en los juicios de tenencia, es normal que los excónyuges se acusen (de ambos lados) de cuestiones absolutamente terribles, que en su mayoría suelen ser falsas. Es por esto que las denuncias paralelas por violencia y abusos juegan un rol fundamental en esta cuestión.
Por todo esto, es que la muerte del niño todavía dista de estar resuelta en todas sus aristas, al menos en materia de responsabilidades directas e indirectas. Aunque hay pocas dudas sobre la responsabilidad material por parte de dos inmundicias que no merecen la categoría de humanas, todavía hay que develar un misterio que ya está en plena investigación formal.
En poco tiempo se corroborará si las fuentes judiciales de General Pico dicen la verdad y no tienen registro de denuncias previas por parte de la familia Dupuy, o si realmente las mismas fueron presentadas e ignoradas por un sistema cómplice o inútil. No debería ser demasiado complicado, ya que las presentaciones judiciales, en todos los ámbitos, generan una copia física y digital que los denunciantes se llevan consigo.
Las palabras del padre, que en sus redes sociales dijo, “me doy cuenta ahora de lo que estabas sufriendo y yo sin saberlo y ahora es tarde”, al menos abre un signo de pregunta sobre el resultado de la investigación, que no tiene demasiado que investigar y debería ser esclarecido con suma brevedad.