Para Mauricio Macri, de acceder al poder nuevamente dentro de dos años, su eventual gobierno debería hacer todo lo contrario a lo que hizo en 2015, cuando el programa “gradualista” le ganó la pulseada al plan de “shock” (que al poco tiempo quedó en evidencia que era absolutamente necesario). “Yo soy de los que creen que, en el 23, con tanta gente en situación de pobreza, mucho más del 50%, gente desesperada, nosotros no podemos andar con cosas graduales. Tenemos que hacer reformas desde el momento cero”, señaló ayer. Por lo que manifiesta, aprendió.
Sin embargo, uno puede apelar a algo más que al olfato para interpretar si el expresidente miente o dice la verdad. Y lo único que responde esa pregunta son las posibilidades acerca de una necesaria ruptura de sus aliados actuales en Juntos por el Cambio. No solo en el resto de los partidos de la coalición, sino también dentro de su propia fuerza política.
La pregunta era obligada. Con Javier Milei y con José Luis Espert en la cancha (y por afuera de Cambiemos), los periodistas le consultaron si existe la posibilidad que ambos economistas liberales participen del mismo proyecto político que él, donde ya se encuentra el exministro Ricardo López Murphy. Ahí Macri tampoco titubeó. Sin medias tintas, el exmandatario dijo que “ojalá” puedan confluir “en una propuesta única” en las próximas elecciones presidenciales.
Como era de esperar, el mundillo liberal argentino estalló en las redes sociales. ¿Es honesto? ¿Pretende ganar votos antes de las elecciones para su espacio? ¿Le está marcando la cancha a Horacio Rodríguez Larreta? ¿Existen ya negociaciones con los dos economistas que serán diputados nacionales a partir del año próximo?
Ya es de público conocimiento que existieron reuniones presenciales Macri-Milei y Macri-Espert. En ambas oportunidades, el expresidente tenía intención de escuchar sus opiniones en cuanto a la coyuntura económica y los posibles desenlaces. Los dos economistas dejaron de lado las diferencias políticas y accedieron a los encuentros de forma cordial.
También hubo en 2019 cónclave Macri-López Murphy, que, como dijimos, ya dio el paso, ingresó a la coalición y entrará al Congreso dentro del interbloque de Cambiemos. Ni Milei ni Espert tuvieron reparos en blanquear la reunión y el contenido general de la misma. Ambos están convencidos sobre lo que hay que hacer en Argentina y lo que le dijeron en privado es lo mismo que repiten todos los días en televisión.
Pero las hojas de ruta del bulldog con respecto a la de los dos colegas que en una semana jugarán “por afuera” es distinta. López Murphy, convencido que la gravedad de la crisis dejará un solo camino para tomar, aceptó el desafío de dar el debate interno dentro de Juntos por el Cambio.
Como legislador no tendrá demasiados inconvenientes, ya que, como vimos con la ley del Etiquetado Frontal, los diputados macristas suelen tener votos diferentes. El problema será con respecto al programa y a la plataforma de gobierno dentro de dos años. Si ahí no hay un programa claro y explícito, el exministro no será parte del espacio seguramente. Por ahora, todavía hay un tiempo para el debate interno, mientras que la coyuntura fuerza cada vez más hacia la necesidad de un programa ortodoxo.
Milei y Espert no están interesados en dar el debate interno, dentro de un espacio que, si bien consideran que es menos malo que el kirchnerismo (ambos dicen que el proyecto de CFK es lo “peor” que le pasó al país), opinan que también es parte del problema. Si uno ve los proyectos que han salido del macrismo y las votaciones recientes de la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica, hay que darles la razón.
La contracara de esta moneda es el dato que ninguno de los dos piensa sumarse a un espacio que insiste con la necesidad del “kirchnerismo de buenos modales”. Milei y Espert dejaron en claro en reiteradas oportunidades que el único escenario de frente único es el programa de reformas arriba de la mesa y la manifiesta voluntad política para realizarlo hasta las últimas consecuencias. La composición actual de Juntos por el Cambio es incompatible con todo esto.
¿Dice la verdad Macri cuando asegura que quiere cambiar el país junto a los economistas liberales? Entonces, en su fuero íntimo, sabe que necesita romper la coalición vigente y comenzar un proyecto superador. Si piensa mantener su alianza, su partido como está y sus socios actuales, Mauricio Macri le está mintiendo a los periodistas, a Espert, a Milei y al electorado. Y si está especulando, entonces no entendió absolutamente nada. Argentina no tiene tiempo para eso.