Algunas comunicaciones del gobierno kirchnerista no se sabe si despiertan indignación, risa, llanto o las tres cosas juntas. En medio de la crisis cambiaria, la inflación sin techo y el dólar en alza, el Frente de Todos compartió una infografía donde amenaza con las penas que podemos sufrir los que evitemos regalarle al Estado el poco fruto que nos queda de nuestro trabajo. Como suele ocurrir, el economista liberal y candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, se mostró indignado.
“Está en nosotros ser parte de la solución”, aseguró Espert, que no dudó en calificar la normativa como “cavernícola” y producto de un grupo de “simios drogados”. Más allá de lo particular de sus palabras, es muy sano que un referente político, que muy pronto será parte del parlamento, llame a desconocer y desobedecer normativas tan inconstitucionales como ridículas.
El comunicado, que pide (o exige) que un freelancer literalmente le regale al Gobierno tres cuartos del humilde ingreso en dólares que pueda conseguir en el exterior (entre pesificación al oficial e impuestos varios) podría pasar inadvertido. De la misma manera que los “arbolitos” y las casas de cambio del mercado negro operan con relativa normalidad (es que si el Gobierno las reprime lo único que haría es echar leña al fuego) la sociedad podría mirar para otro lado ante estos anuncios, que cuentan con el silencio cómplice de la tibia oposición de Juntos por el Cambio.
No hay que cumplir ninguna de estas normas cavernícolas de simios drogados que pretenden tomarnos a los argentinos de bien por deforestados mentales. Está en nosotros ser parte de la solución a este delirioK. pic.twitter.com/qc8NClsQdU
— Jose Luis Espert (@jlespert) November 2, 2021
Pero el problema conceptual en Argentina es tan grande, que hasta en los espacios que se denominan “liberales” hay manifestaciones que resultan altamente indignantes. En una oportunidad, Gustavo Segré, de Republicanos Unidos (pata liberal de Cambiemos en CABA) aseguró que comprar dólares en el mercado negro era “ilegal”, por lo que se trataba de algo incorrecto. Cuando el kirchnerismo es oficialismo, y sectores de la oposición dicen estas barrabasadas, palabras claras como las de José Luis Espert son más que oportunas.
En diálogo con PanAm Post, el economista, que busca conseguir tres bancas en las elecciones del 14 de noviembre, dijo que estas situaciones son inevitables en los marcos de restricciones en aumento. “Es lo que siempre pasa, al cepo siempre se le termina poniendo más cepos. Es inevitable. Es una desconfianza que aumenta y aumenta. El cepo es una bola de nieve donde no terminás nunca de encerrar. Esto es un paso más al delirio total que son los cepos en general”, resaltó.