Hacer referencia a la kirchnerización del macrismo, en el marco del acompañamiento político en caravana al líder a la hora de declarar ante el juez, no es hacer un juicio de valor. Aunque algunos referentes (minoritarios) de Juntos por el Cambio criticaron la iniciativa, la opinión sobre lo conveniente o apropiado del formato dependerá de cada uno. Lo que es innegable es que presentarse ante la Justicia en medio de un acto político, con apoyo de las bases y de la dirigencia, se trata de un invento kirchnerista. Patentado personalmente por Cristina Fernández.
La noticia del día debió haber sido el traspié del juez Martín Bava, ya que por lo que podría considerarse un tecnicismo, no pudo tomarle finalmente declaración al expresidente. Macri debía declarar en la causa del supuesto espionaje a los familiares de las víctimas de la tragedia del submarino Ara San Juan, pero las autoridades actuales no habían relevado todavía del secreto de Estado al jefe de Juntos por el Cambio. La noticia enojó mucho a Alberto Fernández, que firmó recién el decreto de urgencia esta tarde, ya que está por viajar a Roma para participar de la cumbre del G20. El papelón hubiera sido peor si la que tenía que “poner el gancho” era Cristina, que se queda a cargo del Poder Ejecutivo transitoriamente.
Resumiendo, Macri todavía no tiene fecha y lo que podría considerarse una rama oficialista de la Justicia en una causa polémica, le terminó regalando un acto de campaña. Justo antes de las elecciones parlamentarias, en medio del desastre económico y casualmente en el momento adecuado para luchar por el liderazgo de su coalición. Esta tarde, la Unión Cívica Radical tenía programado un acto partidario, donde dijeron que irían por la candidatura a presidente del frente. Sin embargo, la presentación casi improvisada de Macri pudo más y le robó a la UCR la noticia del día.
“Si creen que con eso van a disminuir mi compromiso con ustedes, están muy equivocados. Argentina tiene futuro, por eso el 12 de septiembre pasó lo que pasó y el 14 vamos a ratificarlo”, dijo Macri luego del intento frustrado de declaración. A su alrededor, el acto político era pleno y hasta había pancartas alusivas a candidaturas, no solo para noviembre de este año, sino para las presidenciales de 2023.
De nuevo, dejando de lado las cuestiones partidarias y políticas, la réplica del formato, la estética y el mensaje, fue calcado de la invención de la multiprocesada CFK. Todo parece indicar que este precedente anticipa una nueva característica del folklore político argentino: la politización de las presentaciones judiciales.
Finalmente, por lo que se pudo ver en las redes sociales, parece que la kirchnerización del macrismo excedió los alrededores del despacho del juez Bava. El fanatismo de muchos seguidores del expresidente dejó en evidencia que la intolerancia también se ha contagiado a un importante segmento de votantes y seguidores de la actual oposición. Ante los mínimos cuestionamientos de lo sucedido en la jornada de hoy, muchos partidarios de Cambiemos han respondido con virulencia, acusando a los críticos de cómplices del kirchnerismo.
Como dijo el genial Jorge Luis Borges, “hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos”.