Hasta citaron a Albert Einstein. La Cámara de Comercio norteamericana en la Argentina emitió un duro comunicado donde advirtieron sobre los resultados inevitables del nuevo control de precios que comenzó el Gobierno kirchnerista hasta enero. “No pretendamos que las cosas cambien, si hacemos lo mismo”, aseguró con buen tino la entidad.
Para la gente de AmCham, esta gastada y contraproducente iniciativa desarrollada por la secretaría de Comercio de Roberto Feletti se trata de una “receta artificial para el control de la escalada inflacionaria”. También dijeron estar muy “preocupados” por el resultado del programa que ya está en funcionamiento en las góndolas de todo el país.
La Cámara, sin ninguna sutileza, aseguró que, con este control de precios, existe “una bomba de tiempo” en Argentina que “tarde o temprano hará eclosión”. “No se trata de una medida que colabore a luchar contra la inflación. La experiencia en el mundo es muy elocuente en cuanto a que los congelamientos de precios no resuelven el problema, muy al contrato, lo transforma en una bomba de tiempo”, señaló el comunicado.
Desde la entidad dijeron que no hay ningún tipo de ensañamiento con el Gobierno Nacional, con el que comparten el objetivo de la política pública en cuestión. Sin embargo, dicen que la diferencia se centra “en cómo abordar la solución” al problema de la inflación.
Como si no fuera evidente, AmCham advirtió que esta clase de política imposibilita la generación de nuevos empleos, limita la llegada de inversiones. También “se crea un ambiente regulatorio hostil, restrictivo e imprevisible”, señalaron.
“Hoy, más que nunca, es necesario que el gobierno desarrolle políticas de acompañamiento al empleo y la inversión y recree las condiciones para un clima de negocios previsible, en base a las reglas de la libre empresa, siendo este el único camino posible hacia una recuperación sustentable de nuestra economía”, concluyó el comunicado.
Por estas horas, varios inspectores de la secretaría de Comercio, apoyados en “organizaciones sociales” y sindicales, ya recorren supermercados y comercios, chequeando los “precios congelados” ¿Qué se viene? Lo de siempre: corrupción, pago de coimas a inspectores, desabastecimiento, clausuras de carácter ejemplificador, fracaso total y reacomodamiento de precios luego de las elecciones.