Anoche se realizó en los estudios de Todo Noticias el debate de los candidatos a diputados nacionales por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, los resultados que se dejaron ver poco cambian el panorama que se avecina en los comicios del mes próximo. María Eugenia Vidal, Leandro Santoro, Myriam Bregman y Javier Milei se limitaron a realizar un juego conservador. Se decantaron por hablarle a la platea propia y no hicieron ninguna jugada de riesgo. Probablemente muy poca gente haya decidido cambiar de opción después del opaco intercambio entre los contrincantes, que si bien tuvo algunas perlitas interesantes, no pasaron de ser más que anecdóticas.
El pacto Vidal-Santoro
La candidata macrista y el candidato kirchnerista hicieron un debate de agenda previsible: que Santoro no pierda votos por “izquierda” con Bregman y que Vidal no lo haga “por derecha” con Milei. Se tirotearon entre ellos, se preguntaron entre ellos, y aunque parecían los enemigos más acérrimos, no estaban haciendo otra cosa que jugar en sociedad el juego que les convenía a los dos. Como no disputan electorado, se usaron mutuamente para atraer votantes que puedan elegir al Frente de Izquierda o La Libertad Avanza.
Milei le habló a la gente y enfrentó a “la casta” en su conjunto
Evidentemente, el equipo del candidato liberal decidió no confrontar directamente con ninguno de los otros tres candidatos e ir por la estrategia de pegarle a la clase política y hablarle al ciudadano. Aunque muchos de sus seguidores esperaban ver “sangre” contra la candidata macrista, que es con quien disputa electorado, Milei entró por otro lado. Sin embargo, los choques más duros de la jornada los tuvo con la candidata de izquierda. El economista fue el que presentó más cifras duras y concretas a lo largo de la jornada.
Un dato que no pasó por alto en las redes sociales fue el trato diferenciado que recibió Milei por parte de los moderadores de “A dos voces“. Mientras que al resto de los candidatos no se le dijo demasiado por interrumpir al resto y por excederse del tiempo, con el libertario fueron rígidos y ortodoxos con el reglamento.
El complejo de la candidata socialista
Myriam Bregman, aunque se esperaba que discuta más con el candidato del Frente de Todos, pasó la jornada obsesionada con Milei, al que tenía al lado, a su derecha. Se quejó en varias oportunidades que el candidato liberal la agredía, mientras que lo único que le decía el referente libertario era que decía “falacias”.
Hacia el final del debate, el candidato de La Libertad Avanza le señaló que no entendía ni de números, ni de economía, y Bregman volvió a quejarse, diciendo que Milei la menospreciaba por ser mujer. La respuesta fue lapidaria: el economista le dijo que conoció muchas mujeres que entendían a la perfección la cuestión, pero que, lógicamente, no era su caso.
Al final del debate, la candidata de izquierda, que saludó a Vidal y a Santoro, le negó el choque de puños a Milei. Un papelón.