Otro papelón más y van… Argentina, que finalizaba hoy su presidencia pro tempore del Mercosur, decidió cortar la transmisión oficial en el momento cuando finalizó el discurso de Alberto Fernández. El resto de los equipos presidenciales se enteró diez minutos antes del evento y esto complicó la emisión de las alocuciones que correspondían a los demás jefes de Estado. Sin dudas, una nueva página negra del kirchnerismo, en lo que se refiere a las relaciones internacionales.
La decisión irrespetuosa, maleducada y nada diplomática, seguramente tenga que ver con que los argentinos estaban más interesados en escuchar al presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, que al mandatario local, quien insistía con sus latiguillos populistas y su discurso aislacionista. “Nadie se salva solo”, reiteró Fernández, refiriéndose al país vecino que ya adelantó que piensa negociar comercialmente por fuera del bloque.
Nadie se salva solo, debería decir Lacalle Pou, que quiere multiplicar los lazos de cooperación con el mundo, en contraposición con una Argentina que abraza la soledad del aislacionismo económico.
El que avisa no traiciona
En respuesta al mandatario argentino, que resaltó la importancia del reglamento interno, el consenso y las negociaciones conjuntas, Lacalle Pou señaló que no es su intención vulnerar el “ordenamiento jurídico del Mercosur”. Sin embargo, aseguró que el mundo está moviéndose a un ritmo bastante acelerado y que Uruguay apunta en esa dirección. Así dejó en claro las lógicas prioridades de su país.
“El mundo va muy rápido, se está entrelazando comercialmente. El final del COVID-19 va a hacer que estas negociaciones se disparen. El mundo va hacia allá y no nos va a esperar. Por eso, amigos presidentes, con tranquilidad, les queremos decir que hacia allá va el Uruguay. Ojalá vayamos todos juntos”, manifestó. Como dice el dicho: “El que avisa no traiciona”.
La nueva presidencia de Brasil, en sintonía con Uruguay
Jair Bolsonaro, que toma la posta de la presidencia pro tempore del organismo hasta fin de año, fue muy claro en su presentación. El mandatario de Brasil dijo que es prioridad la reactivación económica y la vuelta a la normalidad lo antes posible, y que el Mercosur debe abandonar la imagen de “ineficiente” y de bloque que “desperdicia oportunidades”.
Anticipando el rumbo a seguir por el período de la presidencia de Brasil, Bolsonaro aseguró que se trabajará en la modernización, flexibilización y apertura del Mercosur, además de revisar las tarifas externas y todo lo que complica las negociaciones con otros países y bloques. Todo parece indicar que no es Uruguay el que tiene que decidir qué hacer. Es Argentina.