“Negligencia”. Esa palabra en la ley de vacunas, incluida por la legisladora del kirchnerismo Cecilia Moreau, es la que traba el contrato de Argentina con el laboratorio, para adquirir la vacuna Pfizer. No son pocos los diputados de la oposición que consideran que su inclusión tuvo la finalidad concreta de impedir la negociación y acusan al kirchnerismo de hacer “geopolítica” con la compra de las vacunas de Rusia y China. Hoy hubo una oportunidad para destrabar el problema, pero los legisladores del oficialismo se opusieron. Una vergüenza.
“Esto no es un capricho, tenemos que dejar afuera de la campaña y la geopolítica. Créanme que es una experiencia de la más difícil que me toco en mi vida, quiero que entienden que hay chicos que necesitan recibir una vacuna y que la única que pueden recibir es la Pfizer, no es un invento ni es un capricho. Nos estaban pidiendo ayuda y les estaban pidiendo ayuda a ustedes, porque ustedes son el oficialismo y los vamos a acompañar si toman la medida de empatía y humanidad de ayudar a estos chicos. Tengamos un gesto de grandeza para estas cien mil familias”.
La dura solicitud provino de la diputada de Juntos por el Cambio Carmen Polledo, que pidió el apartamiento del reglamento para votar la modificación en cuestión. Pablo Yedlin, titular de la Comisión de Acción Social y Salud Pública, fue el vocero del Gobierno para explicar lo inexplicable: la negativa automática. Aunque manifestó que el oficialismo está “dispuesto a hacer lo que haga falta” para cuidar la salud de los argentinos, dijo que “no es el momento” para modificar la ley. “En este momento, el Poder Ejecutivo está en negociaciones con el laboratorio y no vamos a modificar la ley”, señaló.
El kirchnerismo, que cuenta con 118 legisladores propios, consiguió 4 votos aliados y sumó 122 para negarse a la modificación de la ley. Juntos por el Cambio, que tiene 116 diputados, solamente logró que 112 voten en favor de la propuesta de Polledo. La ajustada diferencia deja en evidencia la importancia de la elección legislativa de este año, donde el oficialismo podría perder la escribanía, que le dice que sí a todos los delirios autoritarios del Poder Ejecutivo.
La opinión de un especialista: “No hay que comprar más vacunas chinas”
El neurólogo argentino Conrado Estol, que está varado en los Estados Unidos por la limitación a 600 pasajeros diarios que impuso el Gobierno la última semana, pidió que el Estado deje de comprar vacunas chinas. “No compraría más Sinopharm. Hay una evidencia contundente en el planeta liderada por los datos de Seychelles, Mongolia, Chile, Uruguay, los países que más han vacunado, que demostraron que las vacunas chinas de Sinovac y Sinopharm ya eran mucho menos eficaces antes de que apareciera Delta”, manifestó el especialista.
Desde Nueva York, Estol le aseguró a la prensa que Argentina debería comprar Pfizer, Moderna y Novavax, ya que han sido las que han demostrado un mejor desempeño. “No tener a la ciudadanía vacunada, o no haber aplicado las dos dosis, nos pone en el mejor escenario para más muertes”, resaltó.