Era la única promesa de campaña que Alberto Fernández podía cumplir: que el Congreso argentino volviera a discutir la ley del aborto. Ante la complicada situación económica y la caída libre en los números de aprobación de su gestión, el presidente podrá cerrar el año con un pobre objetivo cumplido. Claro, que se apruebe o no es otra historia.
Y entretanto, el país una vez más está entretenido en este debate que apasiona durante el complicado mes de diciembre. El Gobierno, agradecido, respira un poco luego del fracaso descomunal de la cuarentena ortodoxa del coronavirus. Si pudieran alargar el debate y la distracción a cuatro, seis u ocho sesiones, lo harían felices.
Al igual que ocurrió hace dos años, la Cámara de Diputados votó en favor de legalizar el aborto. En aquella oportunidad, los legisladores “verdes” sumaron 129 voluntades, cuatro más que los “celestes”. Este año la diferencia fue un poquito más holgada, con dos votos más por la positiva. El resultado fue 131 contra 117, y 6 abstenciones.
Así fue el momento de la votación en Diputados (@DiputadosAR) del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo pic.twitter.com/LhYTe6wS49
— Agencia Télam (@AgenciaTelam) December 11, 2020
Los argumentos de la mayoría de los legisladores fueron un bostezo. Como si no hubiera sido ya suficiente escuchar los mismos alegatos en uno y otro sentido por parte de cientos de legisladores la vez pasada, ayer tuvimos que asistir a una repetición de las repeticiones. Solamente un par de excepciones aportaron algo nuevo a la discusión.
Aunque los diputados acordaron un debate respetuoso, en las inmediaciones del Congreso y en los medios de comunicación el clima estuvo caldeado. Horas antes de la sesión, la titular del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo), Victoria Donda, protagonizó un escándalo televisivo con la exdiputada y diplomática evangélica Cynthia Hotton. En el calor de la discusión, la funcionaria kirchnerista acusó a su interlocutora de argumentar como “fanática religiosa”. Hotton, indignada, le pidió la renuncia en vivo.
Votos transversales
En el seno del kirchnerismo, 81 legisladores votaron por la afirmativa y 32 por la negativa. Dentro de la coalición de Juntos por el Cambio también hubo diputados de los dos colores: el macrismo tuvo 11 por el sí y 42 por el no. La Coalición Cívica, por su parte, registró 4 verdes y 9 celestes, y la Unión Cívica Radical, 27 por la aprobación y 18 por la negativa.
Ahora los ojos están puestos en la Cámara de Senadores. Hace dos años, luego de la media sanción también obtenida en diputados, la propuesta cayó por 38 votos en contra frente a solo 31 a favor.