Hace tiempo que Cristina Fernández no sufría un dolor de cabeza semejante en la justicia. Este mediodía, la Cámara de Casación Penal rechazó los planteos del kirchnerismo, que buscaban conseguir la inconstitucionalidad de la “Ley del Arrepentido”. Con dos votos contra uno, el máximo tribunal penal de Argentina confirmó la validez de las declaraciones de los que se acogieron a la figura, por lo que la causa de los cuadernos avanzaría hasta el juicio oral.
La Cámara también se opuso a otro pedido de los abogados de Kirchner, que buscaban eliminar la figura del “imputado-colaborador”. Estas declaraciones, en el marco de la investigación por la “asociación ilícita”, complican a la vicepresidente, sospechada de ser la jefa de la organización delictiva.
Los jueces que estuvieron a cargo del fallo fueron Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Ana María Figueroa. El dictamen fue un misterio hasta el final, ya que el único juez que se había manifestado en contra del pedido de la defensa de CFK con anterioridad, tuvo un inconveniente de salud. Barroetaveña anticipó su posición hace diez días, pero una apendicitis lo obligó a pedir licencia hasta el viernes pasado.
Durante su ausencia, el expediente había pasado por el despacho de Figueroa, responsable del único voto que hizo lugar al recurso de la defensa de Cristina. Al retorno del magistrado ausente, que se recuperó normalmente luego de la operación, Petrone se sumó también a la posición negativa, decretando el 2-1 que complica seriamente a la exmandataria. La resolución y sus argumentos les llevaron a los jueces 200 páginas.
¿Una herramienta necesaria o una “Ley Macri”?
La Ley 27.304, mediáticamente conocida como “Ley del Arrepentido”, fue aprobada a finales de 2016, durante la gestión de Cambiemos. El espacio de Mauricio Macri consiguió los votos necesarios en el Congreso con respaldo de sectores del peronismo no kirchnerista. Esta normativa, cuestionada por el cristinismo, ofrece beneficios a los acusados de una causa, que aporten datos para el esclarecimiento de la investigación. En caso que la declaración resulte un aporte positivo, el “arrepentido” consigue una pena menor. Pero la declaración falsa, de comprobarse, es considerada un agravante que complica aún más la situación judicial del imputado-colaborador.
Mientras el misterio del fallo, que se publicó hoy, era total, Alberto Fernández quiso marcar la cancha y cuestionó duramente le ley. En lo que podría ser considerado una advertencia a los jueces (por no decir un apriete), la calificó como “definitivamente mala”. Su argumento es que promueve un sistema de “compra-venta de testimonios” y que se utiliza, al igual que en Ecuador y Brasil, para “perseguir dirigentes políticos”. Sus palabras no fueron suficientes para torcerles el brazo a los jueces Petrone y Barroetaveña, que igualmente avalaron la figura, a pesar de las manifestaciones del mandatario.
La causa de “los cuadernos”
Esta investigación sigue la pista del pago de coimas vinculadas al Ministerio de Planificación, bajo el mandato de Julio De Vido, ya condenado en la justicia. Según las declaraciones de los arrepentidos, que colaboraron en el proceso, varios empresarios pagaban coimas a los funcionarios kirchneristas, para ser beneficiados en la obra pública en los años del primer kirchnerismo (2003-2015). Según las anotaciones en los cuadernos de un chofer del ministerio, los pagos en bolsos llegaban incluso hasta el departamento personal de Néstor y Cristina Kirchner.