No es la primera vez que nos pasa, y tampoco es la primera vez que sucede bajo gestión peronista-kirchnerista. Todavía está fresco el recuerdo del papelón a nivel global que nos generó la expulsión del ranking educativo de las famosas pruebas PISA. Ahora quedamos afuera del índice de la Universidad de Oxford por falta de claridad en la información oficial del Gobierno sobre la pandemia.
“Para asegurar la calidad y confiabilidad de los datos de tests de COVID-19 de Our World in Data, hemos decidido eliminar a la Argentina de nuestro conjunto de datos por el momento. Las cifras oficiales recopiladas por el Gobierno no tienen la calidad suficiente para reflejar correctamente el alcance de las pruebas”, confirmaron de la Universidad.
En la comunicación oficial, Edouard Mathieu, analista a cargo de la investigación cuyos datos se publican en tiempo real, afirmó que el Gobierno argentino había anunciado hace unos días que implementaría un nuevo sistema con el fin de asegurar que los testeos fueran registrados correctamente. Para el especialista “no está claro” si la nueva metodología “corregirá los datos históricos de forma retrospectiva”. A modo de consuelo, Mathieu manifestó que si el país muestra que pudo corregir su información oficial, Argentina volverá a estar presente en el índice de la institución.
El virus de la desconfianza
Cuando comenzó la pandemia y la cuarentena del coronavirus en Argentina, el peronismo, de la mano de la política de aislamiento extrema, mostraba orgulloso números razonablemente bajos en comparación con los de los vecinos. Sin embargo, la baja cantidad de testeos dejó luego en evidencia, cuando se incrementaron las pruebas, que la realidad era otra. En la jornada de ayer se confirmó que el país ya cuenta con un millón de contagios.
Por estas horas la sospecha es la opuesta a la que circulaba al principio del encierro compulsivo. La Universidad de Oxford quitó a la Argentina del índice por la elevada cifra de positividad, al comprobar que no se estaban cargando correctamente los casos negativos registrados. Para el exlegislador de la Ciudad de Buenos Aires Carlos Maslatón, principal crítico de la cuarentena en el país, Alberto Fernández “falsificó estadística a propósito” para imponer su agenda económica. “Mintieron inflando, no bajando. Es para juicio político”, aseguró.
Otro bochorno reciente
En 2016, durante el inicio de la gestión de Mauricio Macri, Argentina fue expulsada del índice de las pruebas PISA por los datos presentados en el período anterior de Cristina Kirchner. En aquella oportunidad, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) determinó que el país no podía seguir participando de los rankings de las pruebas del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes. Resulta que las autoridades locales se dedicaban a informar solo las mejores escuelas, cuyos resultados exhibían los valores más altos en los testeos, omitiendo a aquellas otras que no les convenía sumar al promedio. Algo parecido a lo que hace (y hacía en esa época) el peronismo con los índices de inflación domésticos. Acá sabemos que son falsos y no pasa nada. Pero en el mundo estas cosas no se permiten y pasamos vergüenza.