Al kirchnerismo duro no le alcanzaba para ganar las últimas elecciones. Ya en la presidencial de 2015, cuando asumió Mauricio Macri, quedó en evidencia que existe un sector del electorado dispuesto a escuchar ofertas y alejado de “la grieta”. Ese espacio, que decidió quitarle el poder al peronismo luego de los dos mandatos de Cristina Fernández de Kirchner (CFK), en la última elección confió en la propuesta del Frente de Todos y en la promesa del Alberto Fernández moderado.
Esos votantes que volcaron la balanza para el Gobierno actual, confiaron en que Alberto iba a poner en su lugar a CFK y que él sería el que gobernaría. No pasó nada de todo esto. Luego de nueve meses de mandato, y en medio de una predecible crisis económica, desde el peronismo y desde el macrismo advierten que el divorcio, para muchos esperado, entre el presidente y su vice no se dará nunca por diversas razones.
Para Pichetto «eso nunca va a ocurrir»
El excandidato a vicepresidente de Macri, Miguel Ángel Pichetto, manifestó hoy que «más allá de lo que muchos quisieron creer, incluso algunos comunicadores», el poder estuvo siempre bajo el puño de CFK Kirchner y de nadie más. Cabe destacar que durante la campaña, Pichetto fue uno de los dirigentes que más claro anticipó la situación que hoy comenta.
«Ella fue la que eligió la fórmula con Fernández, y quien elige siempre es quien tiene el poder, ahora muchos hablan de que el presidente y Cristina finalmente se van a pelear, pero eso nunca va a ocurrir, porque lo dejaría sin poder a Fernández», resaltó.
Ruckauf: Duhalde quiere la ruptura
Para el exvicepresidente de Carlos Menem, Eduardo Duhalde «desea» que Alberto Fernández rompa su alianza política con CFK. En declaraciones radiales de esta mañana, el dirigente peronista interpretó al expresidente, que dijo que Fernández estaba «grogui» y aseguró que la analogía boxística tiene una clara razón: «Fue para decir que Fernández no va a pegar la trompada que a él le gustaría que pegue».
En la opinión de Carlos Ruckauf, el quiebre es imposible, ya que CFK, con su delfín, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, manejan el distrito más importante del país: «El quiebre es algo que no pasará porque el sector kirchnerista maneja, entre otras cosas, la provincia de Buenos Aires».