El peronismo tiene una larga lista de obsecuencias y también de traiciones. Muchas veces ambas cuestiones fueron consecutivas. Carlos Menem y Domingo Cavallo siempre recuerdan que Néstor Kirchner era el gobernador más ortodoxo y alineado a las reformas noventistas, luego denostadas por el kirchnerismo por “neoliberales”. Seguramente, el “chupamedias” más famoso del peronismo fue Héctor Cámpora, al que le preguntaban por qué era tan “consecuente” para con Perón. Su respuesta en más de una oportunidad dejó atónitos a sus interlocutores. “Yo no soy consecuente, soy obsecuente”, habría dicho en más de una ocasión el referente del peronismo de izquierda.
En esta oportunidad, la obsecuencia peronista ya tomó ribetes divinos. Para el intendente Mario Secco, jefe comunal de Ensenada, provincia de Buenos Aires, la vicepresidente, Cristina Kirchner representa una deidad en la tierra. Resulta que un periodista le consultó si se quedaba con Cristina o con Alberto (pregunta que ya refleja la decadencia argentina, independientemente de la respuesta) y Secco se fue al pasto sin escalas. El intendente dijo que su preferencia siempre será CFK, ya que ella es como “Dios” y el presidente vendría a representar la equivalencia de “San Pedro”.
“Cristina está muy avanzada. Nos gana una luz. Siempre le digo que afloje un poco porque va muy rápido y no llego a entenderle”, indicó.
O sea, la única falencia de Cristina sería que es tan inteligente, que es necesario reducirle la velocidad de expresión, ya que su talento impediría seguirla como merece. Una vergüenza por donde se lo mire. Este hombre es el responsable del Poder Ejecutivo de un distrito que habitan casi 56 mil personas.
Ya hablando en serio, la explicación de la lealtad religiosa por parte del jefe comunal dejó en evidencia uno de los principales problemas políticos y económicos del país:
“Yo siempre banqué a Cristina, como ella siempre bancó a los intendentes, lo que pasa es que algunos no son agradecidos y otros sí. Ensenada era la peor ciudad que había en la provincia de Buenos Aires, pero por lejos, lo mas vergonzoso. Ahora es una de las ciudades que más crecen”, justificó.
Sus palabras muestran el problema del centralismo de la caja y la discrecionalidad del poder político a la hora de la repartija de recursos. Según Secco, antes del kirchnerismo a su ciudad no le giraban recursos, por lo que era “la peor” de Buenos Aires y ahora todo cambió gracias a la generosidad de Cristina. De la ama. De la reina. De la diosa, para hablar en los términos del intendente.
En el reino de peronia, republicano y federal para lo formal, no hay mucho espacio para la gestión y la independencia política. Como dice el dicho argentino desde hace muchas décadas, acá hay que rezar a San Perón.