“En este marco, nosotros tenemos además una crisis y necesitamos de alguna manera ganar un espacio de tiempo nuevo antes de definir cuestiones tan importantes como los tratados de libre comercio y la agenda de relaciones exteriores que está llevando adelante el Mercosur”. Con estas palabras Jorge Neme, secretario de Relaciones Económicas Internacionales de Alberto Fernández, le decía al bloque hace dos meses que el Gobierno peronista no estaba dispuesta a avanzar en la última gran negociación del Mercosur.
Brasil, Uruguay y Paraguay se mostraron decididos a avanzar en el tratado con Corea del Sur, Líbano, India y Canadá, pero Argentina ponía palos en la rueda. Sin proponer salirse del bloque, el Gobierno de Fernández tenía la intención de que le otorgaran un estatus particular para seguir en el Mercosur, pero sin participar de estos acuerdos como país. Un delirio total. El resto de los países hizo lo que tenía que hacer y le dejó en claro al peronismo que Argentina podía hacer lo que quisiera, pero que no arrastraría al bloque regional a su locura. Las constantes políticas de apertura, reducción de impuestos y atracción fiscal de Uruguay se convirtieron en recurrentes recordatorios para el presidente argentino sobre su actitud a contramano.
Esta mañana, en la asunción de Luis Lacalle Pou como titular del bloque, Fernández parece haber mostrado su capitulación. Luego de la aburrida perorata izquierdista sobre la desigualdad en la región, el presidente argentino dejó un concepto que podría llegar a anticipar la actitud de su Gobierno hacia el Mercosur:
“Guardo por todos los líderes el respeto que se merecen, aunque no pienso igual a muchos. Sé que mi paso por la historia argentina es un paso y no tengo derecho a frustrar la aspiración continental que tenemos de unirnos y crecer juntos simplemente porque no pienso igual. Estoy aquí para que nos unamos. La historia nos ha dado la oportunidad de revisar lo que se ha hecho y hacerlo de otro modo”.
En este mundo multilateral y cada vez más globalizado, nuestro destino común nos exige unirnos más que nunca para afrontar ese desafío.
El Mercosur es nuestra oportunidad de construir un mundo más equilibrado y una América Latina con más oportunidades. No la dejemos pasar. pic.twitter.com/x9aSLkcnbc
— Alberto Fernández (@alferdez) July 2, 2020
Lacalle Pou hereda el mando del paraguayo Mario Abdo Benítez, quien abrió la sesión haciendo un repaso de los avances que se han logrado en las negociaciones comerciales con Canadá, la Asociación Europea de Libre Cambio, Singapur y Corea del Sur.
Si bien no hubo anuncio formal por parte de Argentina, es probable que Fernández haya adelantado hoy que no pondrá trabas a las negociaciones.
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