Si hay algo que no tiene ningún sentido es ponerle fecha a una nueva extensión de la cuarentena argentina. Mucho menos si se incrementarán las restricciones, como tiene pensado el Gobierno. Desde el 20 de marzo que el presidente Alberto Fernández indica fechas para el supuesto final del confinamiento y hasta el momento lo único que logró es que los anuncios pierdan interés y credibilidad.
El presidente argentino es consciente de esto y por eso apeló a los medios de comunicación en víspera del próximo parte a la prensa. Este jueves, Alberto Fernández pedirá “un último esfuerzo” y confirmará la nueva extensión de 15 días para la cuarentena del coronavirus (COVID-19). El anuncio es complicado, después de 100 días de confinamiento y ante el derrumbe de la economía, el jefe de Estado anunciará que esta próxima etapa será más restrictiva aún, casi como la primera hace más de tres meses. Una de las únicas diferencias sería el funcionamiento de los bancos, aunque tienen servicios limitados y atienden con turno asignado previamente.
En las últimas jornadas a Fernández se lo vio muy nervioso. Prepoteó a los periodistas que le hicieron preguntas serias y se mostró un tanto agresivo. Sabe que no cuenta con herramientas suficientes como para lidiar con la desobediencia civil y las masivas marchas en su contra le quitan el sueño. Por eso convocó a los grandes medios de comunicación a la Quinta de Olivos para tratar de reforzar el temor a la enfermedad en el marco del nuevo anuncio.
Según confirmó la periodista Liliana Franco desde sus redes sociales, los dueños de los principales diarios aceptaron una edición especial para el domingo que buscará “humanizar la pandemia”. Es decir, ponerle fotos y nombres a los fallecidos hasta el momento por la pandemia. Según Franco, el acuerdo incluyó una tapa en común y una doble página interna como “aviso fúnebre”.
El ministro de Salud, Ginés González García, es uno de los asesores que por estas horas pide “mano dura” al presidente. En un mano a mano con los medios, el funcionario manifestó la necesidad de “restringir la circulación”. Para García lo ideal sería “volver al compromiso que tuvimos al principio para hacer un stop”. Según el titular de Salud, “hay mucha gente que viene y va en la Ciudad de Buenos Aires y es un momento crítico”.
Es bastante probable que en el anuncio Fernández confirme el incremento de los controles y las limitaciones en el transporte público, por ahora solamente habilitado para los considerados “trabajadores de sectores esenciales”.
¿Ejemplo argentino?
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se adelantó al anuncio de Alberto y salió a defender la cuarentena ortodoxa y su continuidad. El economista reconoció que la economía “va a caer”, pero que lo importante en este momento es “salvar vidas”.
“Aunque sea odiosa la comparación, los países que no tuvieron la valentía de llevar adelante un proceso de cuarentena como el que realizamos en Argentina hoy tienen otro malestar. Nosotros tenemos poco más de mil fallecidos y en países vecinos tienen varias decenas de miles de muertos”, señaló Kicillof.