Cuando Alberto Fernández nombró a Martín Guzmán toda la prensa salió a buscar la ayuda de Google para saber de quién se trataba el flamante funcionario. Las expectativas y las dudas oscilaban entre las posibilidades más diversas y extremas. Se barajaron opciones bizarras como el “liberal friendly” Guillermo Nielsen (que terminó en YPF) o algún kirchnerista de paladar negro que represente la línea de Axel Kicillof, que había quedado descartado tras convertirse en gobernador de Buenos Aires. Fernández se quedó con un joven economista de 37 años de perfil académico y con poca experiencia en la línea de fuego al que le dio una responsabilidad sobre todas las cosas: “Arreglame el tema de la deuda y después vemos”. La economía argentina hoy no tiene otro tema en agenda, pero más allá de todo, dentro del desastroso contexto, hoy no fue un mal día para el Gobierno.
El día que bajó el dólar y el riesgo país
La noticia, que en Argentina no es noticia, es el constante incremento en la cotización del dolar blue (mercado negro) y del Riesgo País. Esta tarde, el blue bajó 10 pesos y se ubicó en 128, luego de haber subido 16 la semana pasada. Por su parte, el Riesgo País perdió 142 unidades y se ubicó en los 2694 puntos básicos.
¿El dólar a 128 y el Riesgo País en casi 2700 puntos es un escenario para tirar manteca al techo? Claro que no. Pero sin dudas se trata de dos muestras claras de confianza en algún tipo de acuerdo que pueda evitar el default total y explícito. Cabe destacar que Argentina está en “reperfilamiento” de su deuda, por lo que podríamos decir de se trata de un default más o menos.
Los títulos argentinos en dólares también reaccionaron positivamente y promediaron incrementos del 6 % en promedio. Algunos bonos en particular, como el Bonar 2022 y el Discount 2033 tuvieron alzas de hasta el 12 %.
Ofertas, contraofertas y expectativas
Hasta la semana pasada, Guzmán tenía un pie afuera del ministerio y el panorama era sombrío. El acuerdo parecía muy verde y el ministro de Economía, que había asumido con un único mandato concreto en un contexto extremadamente complicado, parecía no haber cumplido con la labor encomendada por Alberto.
Pero el fin de semana trascendieron unos diálogos informales de supuestas buenas intenciones y acercamientos de ambas partes. Para hoy el lunes, el tire y afloje ya tenía algunos números concretos: el Gobierno ya estaba dispuesto a negociar hasta 52 dólares por cada 100 invertidos y los bonistas, que ya reconocieron que preferían evitar el default y no ir a juicio, se sentaron a escuchar. Hasta el momento, la posición más clara y complicada es la de la empresa de Gestión de Inversiones Black Rock que no se quiere bajar de los 60. Los otros grupos ya habían acordado un 58 y esta posición dificulta un poco el cierre. Al menos la banda 58/52 ya suena como la discusión finita y en caso de acuerdo, la cosa puede ir por ahí.
Mañana será otro día y, lógicamente, puede pasar cualquier cosa.