Alrededor del mundo el espacio denominado como “progresista” tiene ciertas características claras. Uno puede compartir o no esta perspectiva en general, sobre todo los aspectos económicos, donde la centroizquierda avala la intervención de del Estado para generar procesos redistributivos, pero al menos este sector político es —teóricamente— defensor de las libertades civiles.
Pero las versiones argentinas suelen ser truchas, como decimos por estos pagos. Es decir “falsas”, nada que ver con el pez. Como en otros años abundaron supuestos liberales, preocupados por las libertades económicas, pero que desatendieron por completo el resto de las garantías personales, sobre todo en gobiernos de facto, ahora abunda otra especie autóctona: el progre facho. Es decir, un supuesto progresista que, feliz por un relato económico (que muchas veces no es más que eso, un relato), hace la vista gorda ante la violación de las libertades más básicas e indispensables. Las cosas que denuncia, muchas veces con razón, ante procesos denominados de “centroderecha”, pasan a ser ignoradas o incluso justificadas y celebradas cuando en la gestión está un proyecto supuestamente afín.
Lo que tendría que haber generado un escándalo en las últimas horas pasó impunemente para el espacio progresista en Argentina. La ministra de Seguridad de Alberto Fernández, Sabina Frederic, reconoció públicamente que todas sus fuerzas se encuentran haciendo “cyber patrullaje” para conocer la opinión de las personas y el “humor social”. No es casual que esta medida haya sido implementa luego de los primeros cacerolazos que se generaron ante los errores cometidos por su Gobierno, como la torpeza de la reapertura del sistema bancario el día de cobro de los jubilados.
Según la funcionaria, este “patrullaje”, en el que trabajan las fuerzas de seguridad todas, le ha permitido al Estado evitar situaciones determinadas. La funcionaria sabrá de que está hablando…
Como para justificar la inaceptable intromisión del Estado, Frederic aclaró que sus oficiales revisan los posteos “públicos” de los civiles en las redes sociales y que no hay “cyber espionaje”. Es decir, que no se están metiendo en los perfiles cerrados y publicaciones restringidas. ¿Debemos estar agradecidos por esto?
Sus palabras fueron repudiadas por la oposición y las críticas en las redes sociales no demoraron en llegar. La funcionaria de Seguridad atinó a brindar una entrevista y a pedir disculpas por utilizar el término “humor social”, ya que consideró que pudo haber generado algún “mal entendido”. Sin embargo defendió lo indefendible.
Mientras tanto, el “progresismo” mira para otro lado. Muchos progres incluso han justificado lo injustificable, mostrando que “la gorra” les queda tan bien como a la derecha.
El economista Miguel Boggiano acusó a Frederic de impulsar una “gestapo digital” y aseguró que el malhumor social tiene que ver con los privilegios de la burocracia en el difícil momento de la pandemia.
#CyberPatrullaje #PatrullameLaChota #PatrullameEsta
Genios de la gestapo digital:
El malhumor social viene de ver que el sector público pretende cobrar el 100% de sus ingresos cuando al sector privado le cayeron un 50%, 70% o 100% según la actividad. Aritmética simple AMEOs.
— Miguel A Boggiano (@Miguel_Boggiano) April 9, 2020