Era algo que iba a pasar en cualquier momento y que seguramente ocurrirá en todos los países del mundo, pero las primeras medidas del Gobierno argentino para lidiar con el coronavirus (COVID-19) adelantaban un posible desastre, que afortunadamente no ha ocurrido (al menos por ahora). Cabe destacar que en una primera instancia las autoridades apelaron al “autocontrol” de los ciudadanos (hasta con los llegados de China) y que luego la política pública se limitó a un banner en el aeropuerto nacional de Ezeiza, iniciativa que fue criticada duramente.
Finalmente, en la tarde de hoy, el Ministerio de Salud confirmó el primer caso en el país y se trata de un argentino de 43 años que llegó hace tres días de un viaje a Italia y España. El turista había visitado las ciudades de Milán y Barcelona y regresó al país el primero de marzo con síntomas de la enfermedad. Según los colaboradores del ministro González García, el paciente no tiene riesgo de vida y se encuentra aislado en la clínica porteña Suizo Argentina de Pueyrredón y Santa Fe.
El viaje desde Europa lo realizó por la compañía aérea Alitalia y, según las autoridades, el resto de los pasajeros están siendo localizados para la realización del test correspondiente con suma urgencia. El resultado del primer infectado estuvo en menos de 24 horas.
“Vamos a tratar de que esto no se generalice y estamos trabajando para ello. Es una enfermedad que apareció en varios países del mundo y en muy pocos se ha generalizado. Tengo esperanzas de que eso no suceda en Argentina y si así fuera, el sistema está puesto en máxima sensibilidad para resolver la situación”.
En la conferencia de prensa, el ministro y sus colaboradores aseguraron estar trabajando en un “plan de contención” que tiene como finalidad “minimizar la cantidad de casos” que pudieran aparecer.