Si en algo contribuyó el desastre kirchnerista y la continuidad desacertada del plan económico estatista a manos del macrismo fue a la explosión del liberalismo en los medios de comunicación argentinos. El desastre de la economía nacional, que puede explotarle en la cara en cualquier momento a la nueva gestión neoperonista, hizo que los liberales se posicionen como fuerte corriente de opinión pública. Todo esto era impensado hace unos años atrás.
Sin embargo, aunque los referentes liberales hayan ganado la parada en la discusión pública, el Congreso Nacional no tiene un solo parlamentario defensor de las ideas de la sociedad abierta. Las estupideces que se discuten en Diputados y Senadores, la falta total de argumentos y la nula claridad conceptual serían un oasis para un par de legisladores liberales. Parece que, para 2021, este anhelo de muchos podría convertirse en realidad.
Desde que la Ucedé (Unión de Centro Democrático) de Álvaro Alsogaray fue cooptada por el menemismo y desde que Recrear, fundado por el exministro Ricardo López Murphy, fue deglutido por el macrismo, los liberales no tienen una fuerza política para votar en Argentina.
Algunas excepciones a este panorama fueron la experiencia del Partido Liberal Libertario en la Ciudad de Buenos Aires (que perdió la personería ante un cambio arbitrario de la Justicia Electoral) en 2013 y la boleta presidencial de José Luis Espert en la última contienda. Con relación a la candidatura del economista en la pasada elección, muchos argumentaron que Espert debía presentarse como postulante al Congreso. Pero lo cierto es que ambos debates presidenciales le dieron al autor de los bestsellers La Argentina devorada y La sociedad cómplice un crecimiento importante en la opinión pública a nivel nacional.
Hoy, desde el espertismo aseguran que el economista continuará en la arena política y que, en esta oportunidad, sí participará en el debate legislativo. La provincia de Buenos Aires sería el distrito por el que el referente liberal competiría. El desastre al que está llevando el economista Axel Kicillof (actual gobernador) a la provincia más grande del país será sin dudas una gran oportunidad para Espert.
El periodista Luis Rosales, que acompañó al popular economista liberal como candidato a vicepresidente en octubre, también podría aparecer como candidato legislativo en 2021. Dado su domicilio en la Ciudad de Buenos Aires y su condición de mendocino, Rosales podría competir tanto en CABA como en su provincia natal, de la que fue secretario de Turismo en su juventud.
Pero la actividad política del liberalismo más movida por estas horas está en la Ciudad de Buenos Aires. Con el Partido Libertario, que sigue en la complicada tarea de conseguir sus fichas de afiliación, dos espacios nuevos también comenzaron a dar sus primeros pasos. Los referentes del lopezmurphismo provenientes de la UCR, que no desembarcaron nunca en el macrismo, están intentando reflotar el sello de Recrear. La idea de este espacio es que el bulldog pueda ser candidato dentro de dos años. Sin embargo, Agustín Etchebarne, director de Libertad y Progreso (y exdirigente de Recrear desde el Foro Republicano), también abrió una convocatoria en redes sociales para la creación de un “partido nuevo”. El prestigioso economista, que ganó mucho espacio mediante sus exitosos debates en televisión, en pocas horas consiguió miles de postulantes dispuestos a colaborar.
Lo natural es que estos espacios, más allá de sus identidades propias, puedan confluir, en lo ideal en el mismo partido, o en el caso de que esto se torne dificultoso, en un único frente con los mismos candidatos para 2021. Etchebarne tiene como requisito fundamental que la carta orgánica sea la de “un partido democrático, donde se elija de abajo hacia arriba y que las autoridades partidarias no puedan ser candidatos a cargos públicos”. Fuentes allegadas a López Murphy aseguran que la preferencia del exministro es que, en su momento, los padrinos del nuevo Recrear puedan ponerse de acuerdo con Etchebarne para fortalecer un mismo espacio.
Aunque todavía se están dando los primeros pasos, es auspicioso que el debate se dé a dos años de las elecciones. Si todo sigue su curso, no sería imposible que más de una provincia cuente con una boleta liberal en el cuarto oscuro en las próximas elecciones. El desastre inminente de la economía, al que el peronismo nos lleva derecho, al menos puede ser una oportunidad para llevar al Congreso a un grupo de parlamentarios que ya estén pensando en las políticas necesarias para la reconstrucción de Argentina.