Argentina (no solamente la política) debería estar discutiendo problemas de fondo. El debate debería girar alrededor de la crisis, que podría escalar en cualquier momento, y en las reformas postergadas que Mauricio Macri no realizó y parecen aún más lejos ante un nuevo gobierno peronista. Sin embargo, la preocupación de esta semana para el debate público parece tener otra agenda. Como la orquesta que toca en Titanic sin pensar en el iceberg, los argentinos estamos entretenidos en una discusión poco relevante: próceres versus animales autóctonos.
Resulta que el presidente electo Alberto Fernández reconoció en una entrevista, que a pesar de que tiene varias urgencias, buscará regresar al modelo original de la moneda nacional con próceres impresos en los billetes. Sin embargo, también está abierto a la posibilidad de llevar a importantes personajes de la cultura, que no se han desarrollado exclusivamente en el ámbito político: “Quien puede negar lo que es Borges, Cortazar o Sábato”, señaló Fernández, que dejó una advertencia de lo que se viene: “Lo que no pondría es una ballena”.
Para el gobierno actual, que termina sus funciones el 10 de diciembre, la obsesión de Argentina con el pasado es negativa. El mismo jefe de Gabinete, Marcos Peña, señaló que la implementación de los animales autóctonos en los billetes es algo de lo que se siente orgulloso. “Es la primera vez que la moneda tiene seres vivos”, señaló el año pasado el funcionario.
Claro que en medio de una crisis inflacionaria y una emisión monetaria importante, los temores alrededor del peso argentino y cualquier novedad van más allá del cambio de “modelo”. Sobre todo si se tiene en cuenta que varios colaboradores de Fernández ya hablaron de volver a utilizar la “herramienta” de la expansión de la base monetaria, lo que sería una catástrofe con riesgos de hiperinflación.
El que hizo referencia a la devaluación constante de la moneda emitida por el Banco Central es el economista Roberto Cachanosky. Desde sus redes sociales dijo que aparecer en el peso argentino es más un castigo que un homenaje.
Que pongan tu cara en un billete tan devaluado como el peso, más que un homenaje es un castigo
Alberto Fernández admitió que quiere sacar a los animales de los billetes: a quiénes pondría en su lugar https://t.co/RvvHGhpRHD
— Roberto Cachanosky (@RCachanosky) November 18, 2019
Advertencia de Ricardo Rojas
El destacado jurista y escritor liberal Ricardo Manuel Rojas hizo un paréntesis en el debate y aclaró algo de importancia: aunque los argentinos se dividen entre posiciones a favor y en contra de la propuesta del próximo presidente, Fernández no tendría potestad para implementar el cambio:
“Más allá de que eso cuesta plata y no hay, el problema es mucho más grave: quien decide tanto la emisión de billetes, como la denominación, impresión, cantidad y diseño, es el Banco Central, no el Presidente de la República.
Fernández está opinando sobre un montón de cosas para las que no está constitucionalmente autorizado”, advirtió.
Para Rojas, habrá que poner “todas las lupas” encima del gobierno que asume el 10 de diciembre, para evitar abusos de cualquier tipo.