Cuando asumió Mauricio Macri y levantó el control de cambios (aunque luego volvió a implementarlo) el kirchnerismo gritó “¡devaluación!”. Las acusaciones del supuesto engaño electoral estaban a la orden del día. En el debate previo al balotaje, ambos candidatos habían prometido que no desvalorizarían más el peso argentino, pero al que le tocó agarrar el hierro caliente fue a Macri. Daniel Scioli pudo quedarse en la retórica política y señalar a su excompetidor por decir una cosa y hacer otra. Lo cierto es que si él hubiese accedido a la Casa Rosada habría tenido que hacer lo mismo.
En la Argentina del Día de la Marmota hay cosas que no cambian. Hoy ya se habla de la “devaluación de Alberto Fernández” y lo más probable es que, con los roles cambiados, el que salga a acusar con el dedo el año que viene sea el macrismo. Lo cierto es que si el oficialismo se hubiera impuesto en la contienda electoral, si hay algo que hubiese sido una constante es la próxima devaluación inevitable.
Pero yendo a los números duros, ante el panorama de incertidumbre total, las empresas evalúan una depreciación de como mínimo, un 20 % del valor del peso. Es decir, que los primeros meses de 2020 ya podrían tener un dólar a 75. Pero cabe destacar que estos estudios son los más “optimistas”. Varias compañías con sus casas matrices en el exterior ya hablan de una devaluación que, tranquilamente, podría alcanzar el 50 %.
El equipo de Fernández ya descartó de plano levantar el control de cambios, al menos, al llegar al gobierno. Pero la devaluación del 50 %, es decir, un dólar a 125 pesos, podría incrementar las posibilidades del escenario más temido: el de la hiperinflación. No es menor el dato de que la base monetaria se incrementaría aproximadamente en 400 mil millones de pesos de acá a fin de año. Las previsiones en materia de inflación hablan de un 55 % al cerrar 2019 y un diciembre que podría estar más cerca del 6 %.
A este combo explosivo hay que sumar el final de los precios regulados y los aumentos ya acordados en materia de combustible y obras sociales. En este sentido, el gobierno saliente aseguró que los mismos habían sido “acordados” con Fernández, que negó absolutamente todo desde las redes sociales.
Otra mentira más del Gobierno macrista. Nadie acordó semejante cosa conmigo. Como siempre, descargan en otros decisiones que toman desde su propia ineptitud. Patricia Bullrich: "El aumento del combustible fue acordado con Alberto Fernández" | Perfil https://t.co/DwNxSFMW8E
— Alberto Fernández (@alferdez) November 15, 2019
En definitiva, los primeros meses del próximo gobierno serán muy complicados. De ahí en adelante depende del plan económico, del que hasta ahora, no se sabe absolutamente nada. Desde el círculo íntimo de Fernández aseguran que no habrá anuncio oficial de gabinete hasta principios de diciembre. Pero hasta el momento, las versiones indican que Guillermo Nielsen iría a Economía. “Va a estar muy cerca mío porque es alguien que valoro mucho en el equipo”, reconoció a la prensa el presidente electo.