Hace un año Argentina estaba paralizada y dividida como pocas veces en su historia reciente. La última vez que se vivió algo semejante, también con el Congreso como el foco de atención, fue en la denominada “crisis del campo”. En esa oportunidad, el kirchnerismo intentó promulgar un impuestazo, pero luego de la aprobación en Diputados y un empate en el Senado, el mismo vicepresidente Julio Cobos enterró el proyecto con su voto “no positivo”.
Una década después el tema en cuestión fue la despenalización y legalización del aborto. Como hace diez años, Diputados dio el visto bueno, pero fue la Cámara de senadores la que terminó con la cuestión que dividía a la opinión pública.
Para mañana, a tres días de las elecciones, 180 organizaciones provida convocaron una vez más al Parlamento para una conmemoración masiva y, lógicamente, para dar una fuerte señal a los legisladores que asumirán a fin de año. Las marchas celestes han sido multitudinarias y lograron visibilizar a un importante sector de la sociedad que no está de acuerdo con la aprobación del aborto.
“En el acto no se dará apoyo a una única fórmula presidencial, aunque sí se presentarán objetivamente los candidatos para que la gente elija a conciencia y con libertad”, dice el comunicado de Unidad Provida. Cabe destacar que en el macrismo, en el kirchnerismo y en los frentes de Lavagna y Espert hay posiciones diferentes sobre esta cuestión, y las listas de legisladores son “mixtas”. Los dos espacios claramente posicionados respecto al aborto son los de Gómez Centurión (en contra) y los dos frentes de izquierda (a favor).
Camila Duro, estudiante de filosofía e integrante del Frente Joven (organización civil provida), le aseguró al PanAm Post que lo ocurrido hace un año se trató de “un hecho histórico”, no solo para la Argentina, sino para la causa celeste a nivel mundial.
¿Qué fin tiene convocar la conmemoración tan cerca de las elecciones presidenciales primarias?
Es un claro mensaje a los políticos y los partidos. Dijimos bien claro el año pasado, enfrente de la quinta presidencial, que no vamos a votar políticos que promuevan el aborto. El mensaje que fue para el presidente ahora se lo extendemos a todos los candidatos. El voto celeste pesa y se va a hacer escuchar en las urnas.
¿Qué mensaje quieren darle a la clase política, al país y al mundo?
En primer lugar, que lejos de dormirnos en los laureles, estamos más activos que nunca. Lograron que nos unamos y que apostemos a construir alternativas sociales y políticas que sean representativas de este sector que no negocia nunca la defensa de la vida. Después, agradecerle al mundo por el apoyo al movimiento argentino y también que es bueno darnos cuenta del cambio de época que estamos viviendo.
El aborto ya fue. Es una vieja y falsa solución del pasado. Somos la generación provida que va a ver el fin del aborto en el mundo. Por último, creo que el cambio cultural es el que va a lograr que el aborto no solo siga siendo ilegal, sino que se vuelva impensable. Estamos en condiciones de buscar soluciones más humanas y libres de violencia para solucionar nuestros problemas sociales.
Por su parte, Lucía Álvarez, de Secundarios por la Vida, destacó el rol de la juventud en este proceso de cambio. “Hoy somos los rebeldes. Pero si bien somos el futuro, también somos el presente”, señaló.
“Es muy entendible el miedo que muchos tienen y tuvieron debido a las formas de persecución y la imposición de una ideología dominante desde el poder, antes de que nuestro pañuelo celeste esté siempre en la mochila. Somos muchos los que estamos en contra de esta doctrina que nos quieren imponer, y hoy, debido al empeño y a la dedicación de cada uno, estamos juntos y con fuerza para enfrentar lo que se viene, que no va a ser una tarea fácil”, advirtió Álvarez.
Artículo realizado junto a Mamela Fiallo Flor.