Durante los años del kirchnerismo, una de las escenas más tradicionales era la de las supuestas recuperaciones épicas de las empresas privatizadas durante la década del noventa. Poco importó que Néstor y Cristina Kirchner hubiesen acompañado todo el proceso “neoliberal” con total obsecuencia al entonces presidente Carlos Saúl Menem. Como si no existieran los registros apabullantes de aquellos días, los Kirchner hicieron gala de un nacionalismo infantil desde el Gobierno nacional, y mediante la mayoría automática en el Congreso, no dejaron delirio por cometer.
Aerolíneas Argentinas fue una de las empresas “nacionalizadas”, que pasaron a la órbita del Estado con la promesa de una mayor eficiencia en pos del los “intereses nacionales”. La eficiencia prometida jamás llegó y el Gobierno dispuso fortunas de subsidios para cubrir mes a mes el rojo de la empresa.
Entre los escándalos alrededor de Aerolíneas Argentinas “nacional y popular” se supo que el presidente designado por Cristina, Mariano Recalde, le pidió personalmente a la expresidente que se disminuyera aún más la poca competencia que tenía el cuasimonopolio estatal.
Néstor Kirchner se fue de este mundo en 2010 y Cristina Fernández de la presidencia en 2015, pero los litigios avanzaron y llegó el momento de pagar las cuentas. El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), tribunal arbitral del Banco Mundial en Washington, dictaminó que el Estado argentino le debe abonar 320 millones de dólares a la española Marsans. En 2008, el Gobierno K había dispuesto una compensación simbólica de 1 peso por apropiarse de Aerolíneas Argentinas.
Había sido votada por amplia mayoría
Cuando el kirchnerismo estatizó la empresa, el debate en el Congreso fue testimonial. El gobierno de entonces tenía una mayoría para aprobar lo que deseaba el Ejecutivo, por lo que el Parlamento se había ganado el rótulo de “escribanía”. En diputados la medida se aprobó por 167 votos a favor y 79 en contra, mientras que en el Senado el resultado fue de 42 contra 21. Sería interesante que los 207 legisladores tuvieran que dar alguna explicación por las decisiones tomadas, ya que no hay posibilidades de que tengan que responder con su patrimonio (como correspondería) por la irresponsabilidad mayúscula de hace 11 años.
En cualquier momento hay que pagar por YPF
Si los 320 millones de dólares de Aerolíneas son un problema para las cuentas en rojo del Estado argentino, lo que se viene por la otra “privatización estrella” del kirchnerismo es mucho peor. Hace poco más de un mes, la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York dejó en firme otro fallo por la estatización de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales). Esto significa que el Estado argentino (como era previsible) no podría revertir una complicada demanda de la Firma Burford, que compró el litigio en la justicia española. La suma en este caso podría alcanzar los 3 000 millones de dólares.