Hay dos noticias en Argentina que aunque aparezcan absolutamente disociadas, deberían venir de la mano. Una es el tema del día: el sexto paro nacional que las organizaciones sindicales le hacen a Mauricio Macri y al Gobierno de Cambiemos. La otra, que aparece relegada a un lugar de menor importancia, supuestamente no relacionada con la agenda del día, tiene mucho que ver con lo que pasa hoy en el país: luego de Venezuela y Mongolia, Argentina aparece como el tercer país menos competitivo del mundo.
El Ranking Mundial de Competitividad, realizado anualmente por la Escuela Suiza de Negocios, no trajo buenas noticias. Según el índice, que tuvo su primera edición en 1989, Argentina cayó tres posiciones desde la última medición. Es decir, más allá de la herencia kirchnerista, el Gobierno actual tiene serias responsabilidades en la situación actual. Entre los 235 indicadores que se promedian figuran el desempleo, el crecimiento de la economía, el gasto público en general y en áreas específicas, corrupción e interacción con el mundo globalizado. También se destacan los desempeños de la eficiencia del gobierno y del sector privado.
Desde 2013 Argentina no hizo otra cosa que caer en el ranking, y se encuentra en el final de la lista, solo superada en el desastre por los mencionados Mongolia y Venezuela. En la primera posición aparece Singapur, que este año destronó a los Estados Unidos.
El paro de hoy parece explicar a la perfección lo que el índice realizado en Suiza advierte. Desde las 12 de la noche de ayer, Argentina está paralizada por un nuevo paro nacional que se hizo sentir. El impacto en el sector del transporte fue fundamental para el éxito de la medida de fuerza.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, criticó la actitud de los gremios y manifestó: “Estamos hartos de los paros”. Por su parte, el presidente Macri tenía agendada una visita a las Fuerzas Armadas por el día del Ejército y redobló la apuesta: no hizo mención alguna al paro que se desarrolla en todo el territorio nacional. El “ninguneo” no cayó nada bien en las organizaciones sindicales.
La situación es mala, pero las propuestas de los gremios empeorarían la situación
Aunque los motivos por lo que las organizaciones sindicales marchan el día de hoy son incuestionables, lo cierto es que las propuestas para cambiar el rumbo son absolutamente contraproducentes. La inflación es un hecho, el desempleo es verdad y las perspectivas no son las mejores. Pero desde la Confederación General del Trabajo (CGT) se insiste en la crítica a un supuesto modelo “neoliberal” inexistente en la Argentina de Macri.
Los problemas de la economía no son otra cosa que la decadencia del sistema estatista, deficitario, cerrado al mundo e incompetente que se planteó durante el kirchnerismo y que continuó Cambiemos.
El índice realizado por la Escuela Suiza de Negocios deja bien en claro los problemas reales de Argentina, y también sugiere a qué lado se encuentran las soluciones. Justamente al lado opuesto que proponen los sindicatos.