La dura crisis económica y los preocupantes índices de inflación y desempleo dañaron seriamente las posibilidades de Mauricio Macri de acceder a un segundo mandato. Atado a la estrategia de la polarización con Cristina Fernández de Kirchner, Cambiemos se quedó sin ideas al inicio de un año electoral complicado. Teniendo el oficialismo a la dirigente con mejor imagen del país, la gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal, es lógico que los rumores se hayan incrementado a la par de la cotización del dolar en Argentina.
Varios referentes del oficialismo se ilusionaron con un Macri poniéndole la banda presidencial a Vidal, e incluso los más osados se animaron a sugerirla para una fórmula de “unidad” con Roberto Lavagna. Pero parece que nada de esto será posible.
En una conferencia de prensa en la provincia de Entre Ríos, el mismo Macri se didicó a terminar con las especulaciones y confirmó que la gobernadora bonaerense irá por la reelección en su distrito, el más grande de Argentina. En una pregunta que le vino como anillo al dedo, por lo que más de uno podría sospechar que más que pregunta fue un centro de Messi, Macri halagó a Vidal, pero la dejó en su lugar para las próximas elecciones:
“Aunque no hay una definición al respecto, Vidal es tan buena que la queremos poner en todos lados. Pero ella tiene que ser candidata a gobernadora”.
De esta manera, se terminó el “Plan V” de varios funcionarios macristas, sobre todo los más preocupados por la caída de intención de voto reciente del presidente en las encuestas.
En su intercambio con los periodistas, Macri se refirió al kirchnerismo como un proceso “populista y demagógico” y defendió su gestión. Aunque reconoció que muchos argentinos tienen problemas para llegar a fin de mes, manifestó:
“Estamos en el camino correcto, ponemos como objetivo que las cosas funcionen a largo plazo y no que sea un parche a corto plazo”.
El mapa electoral al día de hoy:
Con la salida de Vidal del esquema nacional, se fortalece la idea de un Macri candidato, yendo por la reelección. Aunque dentro del oficialismo muchos consideran que no están dadas las condiciones para ganar con el presidente, todo parece indicar que no hay más opciones. Las dudas giran en torno a la fórmula y al rol de la Unión Cívica Radical. Mientras un sector de la UCR desea romper la coalición para acompañar a Lavagna, otro espacio quiere negociar con Macri el compañero de fórmula.
Por el lado del peronismo, Sergio Massa ya confirmó que será precandidato en las primarias de agosto, al igual que el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey. Por su parte, Roberto Lavagna manifestó interés en competir, pero aclaró que no desea discutir en la PASO. Si el peronismo lo acompaña y apoya, el lideraría el espacio, pero sino las opciones son competir por afuera o directamente abstenerse. El expresidente Eduardo Duhalde se encuentra trabajando en este armado político.
Finalmente, la sorpresa hasta este momento ha sido la candidatura de José Luis Espert. El economista liberal cerró un acuerdo con el Partido Unir y todo parece indicar que finalmente podrá ser de la partida y competirá mano a mano con el resto de los candidatos presidenciales.