Hasta hace poco el escenario electoral argentino parecía que iba a tener a dos jugadores claves: la expresidente Cristina Fernández de Kirchner y el actual mandatario, Mauricio Macri. Sin embargo, con el correr de los meses y ante el devenir de la actualidad política y económica, hoy a cinco meses de las primarias, el panorama no está muy claro.
Hay quienes dicen que CFK, complicada en su situación judicial, podría no competir y negociar con el peronismo su “tranquilidad” a cambio de no quebrar el voto opositor, incrementando considerablemente las posibilidades del justicialismo. Pero si la expresidente se baja, el líder de Cambiemos se queda sin enemiga perfecta y hay algunos analistas que, ante la mala situación económica, se animan a barajar un escenario sin Macri compititiendo por la reelección. Lo único cierto es que el gobierno está cada vez peor en las encuestas, la exmandataria no puede capitalizar el descontento que genera Macri. Es por esto que cada vez más votantes piden un escenario “sin grieta”. Es decir, sin el choque entre macrismo y kirchnerismo.
La figura que emergió en este contexto fue la del exministro de Economía, Roberto Lavagna. Sectores del peronismo no kirchnerista y un espacio del radicalismo crítico de Cambiemos se ilusionan con la posible llegada a la Casa Rosada del economista, cerrándole el paso tanto a Macri como a Cristina.
Pero quien también asomó la cabeza fue Ricardo López Murphy, que ante el nuevo escenario, pareciera que ya se pone el traje de candidato. El “bulldog” ya eligió competidor y arremetió contra su colega, al que lo acusó de ser “parte del problema”.
“Lavagna está teniendo un llamativo respaldo de la opinión pública. Es indudable que luce más atractivo que el resto de los candidatos porque no está manchado por el antagonismo entre Macri y Cristina. De todas formas, su candidatura únicamente se explica en términos mediáticos, en base a su buena imagen y a las encuestas que lo favorecen. Lo que resulta llamativo también es que Lavagna es parte del problema y ahora se muestra como la solución: por ejemplo, su negociación de la deuda externa argentina no fue buena y promovió que la economía se cerrara aún más. Está en las antípodas de nuestra construcción política: nosotros queremos una economía altamente competitiva”, advirtió.
Aunque todavía no está confirmada la postulación de López Murphy, el economista, que la semana pasada tuvo una exitosa presentación en la Universidad del Cema a sala llena, ya dio algunos indicios: No esquivará una candidatura si su nombre empieza a medir bien en las encuestas, pero tampoco desea contribuir a una postulación nacional si la expresidente tiene posibilidades. Un grupo de dirigentes se encuentra trabajando en la posibilidad de que Murphy finalmente sea candidato a diputado por la Ciudad de Buenos Aires. Igualmente, el debate López Murphy-Lavagna ya apareció en los medios nacionales y parece ser una de las primeras discusiones electorales del año.
Cambio de modelo
En una entrevista con Perfil, López Murphy aclaró que no se vio sorprendido por el pobre resultado de Macri en materia económica. Para el exministro de Economía y Defensa, el presidente argentino es el responsable de una gran presión impositiva y un gasto público similar al del kirchnerismo:
“Nunca me ilusionó Cambiemos. De Mauricio Macri no esperaba un Gobierno fructífero porque conocía los datos y sabía que no iba a poder bajar la inflación tal fácilmente como prometía. Cuando gobernaba la Ciudad demostró lo que podía hacer: una presión tributaria extravagante y un gasto público similiar o mayor al del kirchenismo. Macri trasladó el mismo modelo a la Nación. Es tiempo de revisar todo el modelo”.
Lavagna, alejado de Cristina (por ahora)
Por su parte, Roberto Lavagna, que fue ministro de Economía de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner, advirtió que no tiene diálogo con la expresidente. Aunque desde varios sectores se insiste en una primaria abierta entre todos los espacios peronistas, el economista prefirió mostrarse alejado de Cristina: “No he tenido ni pienso tener ningún contacto con Cristina Fernández de Kirchner. Construimos con quienes no han creado la grieta”, advirtió.
El economista, también se diferenció del kirchnerismo más duro que acusa al gobierno de Mauricio Macri de utilizar la figura de la prisión preventiva contra los dirigentes del último gobierno por razones políticas. “En Argentina no hay presos políticos, por lo menos en términos de la información que tenemos disponible”, señaló Lavagna.