Osvaldo Raffo era uno de los forenses más importante de Argentina. Murió hoy a los 88 años. Lo encontraron con dos notas y un disparo en la cabeza de un arma calibre .38 en su domicilio de San Martín, provincia de Buenos Aires.
Además de su carrera formal como profesional, tuvo un muy alto perfil con varios casos que sacudieron a la opinión pública: trabajó en el caso del asesino múltiple Carlos Robledo Puch, al que examinó en reiteradas oportunidades; estuvo presente en la investigación de la muerte del soldado Omar Carrasco (cuyo caso terminó con el Servicio Militar Obligatorio); fue el encargado del caso de Alicia Muñiz, asesinada por el exboxeador Carlos Monzón, y realizó la segunda autopsia del crimen de Nora Dalmasso. Pero sin dudas que su última intervención fue una de las más notorias: la muerte del Fiscal Alberto Nisman. Raffo fue uno de los forenses que aseguró que el funcionario judicial había sido asesinado.
Antes de suicidarse dejó dos notas que fueron filtradas por la prensa. En una, le advertía a una colaboradora que no suba sola, por el fatídico escenario que inevitablemente se encontraría. En otra, también muy breve, dejó un indicio acerca de su trágica decisión. “No soporto más los dolores que me aquejan”, escribió el forense de 88 años. Por estas horas, la prensa argentina investiga los detalles de una supuesta enfermedad física que pudo haber detonado el suicidio.
Apenas trascendió la noticia, el periodista Pablo Duggan, autor de un polémico libro festejado por el kirchnerismo que asegura que Nisman se suicidó, dejó un mensaje que fue producto de una catarata de críticas e insultos.
Desde su cuenta de Twitter, Duggan manifestó que la querella del caso Nisman, donde participó el forense, estuvo “llena de exactitudes” y que lamentaba de que el prestigioso profesional “participara de eso”.
En ¨¿Quién mató a NIsman?¨ hago un análisis muy crítico de la pericia de la querella firmada por Osvaldo Raffo. Fue un trabajo lamentable, lleno de mentiras e inexactitudes. Lamenté mucho que él participara de eso.
— Pablo Duggan (@pabloduggan) March 18, 2019
“Siempre se puede caer más bajo. Para muestra, Pablo Duggan”, tuiteó una usuaria, en uno de los mensajes más suaves que se leyeron. Cientos de usuarios lo calificaron de “indigno”, “asqueroso” y varias cosas más. La acusación era clara: la presunta utilización del suicidio como para fortalecer su teoría acerca de la muerte del fiscal y promocionar su libro. Luego de la catarata de insultos, Duggan hizo otro comentario y resaltó que no pensaba hablar bien de Raffo solamente por el hecho de que haya fallecido. “Eso no es periodismo. No hablo bien ni mal de él, digo la verdad”, resaltó.
“Nadie tiene la culpa de mi muerte”, dejó dicho Raffo. En las próximas horas saldrán más datos a la luz que complementarán la poca información que hay hasta estos momentos.
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