Las elecciones en Neuquén parecen haber marcado un punto sin retorno en la previa de las elecciones presidenciales en Argentina. Cristina Fernández de Kirchner no pudo convertir en gobernador a su candidato, Ramón Rioseco, y el macrismo quedó tercero, lejos. Este escenario, donde los dos grupos beneficiarios de la polarización y la “grieta” perdieron, lanzó fuertemente a la cancha al peronismo. En las últimas horas Roberto Lavagna y Sergio Massa se pusieron el traje de candidatos y comenzaron a marcar el pulso de lo que se viene.
Ayer por la noche Sergio Massa participó del mano a mano con Alejandro Fantino en el programa Animales Sueltos y dejó algunos indicios de lo que podrían ser sus próximos pasos: habló de la necesidad de una primaria abierta del Justicialismo, dijo que no hay espacio para Cristina Kirchner y repartió halagos para sus posibles competidores: el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey y el jefe de bloque en el Senado, Miguel Ángel Pichetto. Afirmó que hizo su autocrítica y que la última campaña de 2015, donde no pudo ingresar al balotaje que disputaron Mauricio Macri y Daniel Scioli, le quedó “grande”. El exintendente de Tigre dijo que su oposición se diferencia del espacio K, al que consideró como destructivo. Resaltó que intentó ayudar en lo que pudo al presidente, que lo acompañó a giras por el exterior para “poner la cara” por Argentina y que espera que termine su mandato “de la mejor manera posible”.
Por su parte, el economista Roberto Lavagna reconoció también que le interesa competir por la presidencia. En una entrevista radial, el exministro manifestó: “Las circunstancias me fueron empujando a lo largo de los meses y aquí estamos”. En su opinión, el cambio que propuso Mauricio Macri “no sirvió” y este Gobierno dejará “una herencia peor a la del kirchnerismo”. Para Lavagna, tanto la expresidente como el actual tienen problemas a la hora de pensar la alternancia y quieren “absorber todo” el poder político. Aunque manifestó que no tiene interés de ir a una primaria abierta, a diferencia de la estrategia planteada por Massa, el exministro adelantó cómo podría estar conformado su frente electoral:
“Lo que importa acá es construir un espacio amplio, donde haya gente del justicialismo, del radicalismo, del socialismo, de partidos más chicos y provinciales, y una porción de gente que se incorpora a la vida política frente a una situación de tener que elegir entre dos extremos que no nos satisfacen”.
La referencia a los que se “incorporan” a la vida política es clara: Lavagna habla del popular conductor de televisión Marcelo Tinelli. Ambos se reunieron en las últimas horas y ya se habla de una posible candidatura de la estrella televisiva argentina. Hasta el momento no es claro si podría jugar como compañero de fórmula o incluso como candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
Si bien todavía falta bastante, la aparición y posible consolidación en el mapa electoral del “peronismo no K” es una seria amenaza tanto para el macrismo como para el kirchnerismo. Ambos espacios se beneficiaron de la polarización y hasta hoy apostaron por el repudio de su competidor natural. Si el panorama avanza a un escenario de tres tercios, tanto el oficialismo como el frente de la expresidente corren algunos riesgos de quedar fuera del balotaje. Y si bien la segunda vuelta entre el macrismo y el kirchnerismo se percibía como peleada, si no son ellos los que disputen el balotaje y se cola un tercer espacio, los dos polos de “la grieta” tienen mucho para perder.