Primero de marzo: día del discurso oficial del Presidente de la Nación en el Congreso. Mauricio Macri se hizo presente en el Parlamento, como hizo en 2016, 2017 y 2018. Sin dudas se trató de la presentación más combativa de las tres, con mayor tensión y conflictividad. La expresidente Cristina Fernández de Kirchner decidió no estar presente y viajó al Sur para pasar el fin de semana en la provincia de Santa Cruz.
Habló una hora y la paz duró solamente cinco minutos. Luego de hacer referencia a las obras de cloacas y agua corriente, Macri se animó a la primera chicana y manifestó: “Hoy podemos decir que la Argentina está mejor parada que en 2015”. Como era de esperar, la reacción fue de rechazo por parte del kirchnerismo y de aplausos por parte del oficialismo. Ese instante comenzó a marcar el pulso de una sesión complicada. La oposición aprovechó las cámaras de la transmisión oficial de la cadena nacional y puso en cada banca un cartel que decía “#HayOtroCamino”, consigna lanzada por el peronismo de la provincia de Buenos Aires durante la última semana.
Ante la falta de logros propios, bueno es el kirchnerismo
Dado que el discurso presidencial del inicio de sesiones no tiene preguntas por parte de los legisladores, históricamente el mandatario de turno se sirve de la oportunidad para el “autobombo” de la gestión propia. A Macri le cuesta mucho la oratoria. Hizo mejoras importantes desde su gestión como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pero lo cierto es que a la hora de los discursos, es complicado competirle a la expresidente, que se desempeñaba como pez en el agua delante del micrófono.
Además de las complicaciones que tiene el líder de Cambiemos para apelar a lo emotivo (aunque esta vez lo hizo bastante mejor hacia el final de su presentación), Macri tuvo problemas de contenido. Todos los índices a principio de este año están peores que en su discurso anterior en marzo de 2018. Por lo tanto, reconoció que se equivocó cuando dijo la última vez que “lo peor” había pasado y tuvo que acudir, nuevamente, a la polarización con el kirchnerismo. Lamentablemente Cambiemos, a esta altura, no tiene mucho más para ofrecer:
“¿Cómo puede ser que hayamos condecorado a Maduro cuando hace rato que no respetaba la democracia, los derechos humanos y las libertades? ¿Cómo puede ser?”.
“En 2015 también se negociaba la impunidad con el régimen iraní sobre heridas abiertas en los atentados terroristas más graves de nuestra historia. Se construían enemigos ficticios, apelando a un nacionalismo cobarde que evitaba hacernos cargos de los problemas domésticos”
Las referencias al desastre de la política exterior de Cristina, y algunas cuestiones de la actualidad, como el colapso total del chavismo y la causa judicial del atentado de la AMIA, le permitió a Macri diferenciarse en algo para mejor.
De cara a las elecciones, un candidato menos
A seis meses de las primarias, uno de los precandidatos que se había apuntado para competir por la presidencia decidió abandonar el emprendimiento. Se trata del salteño Alfredo Olmedo, que finalmente decidió ser candidato a gobernador por su provincia.
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