Agustina Imvinkelried estaba desaparecida y su ciudad natal, Esperanza (provincia de Santa Fe), temía el peor desenlace. Lamentablemente, el cuerpo de la joven de 17 años de edad fue encontrado sin vida luego de tres días de intensa búsqueda, al costado de un camino, cubierto por ramas y bolsas. Las pistas llevaron al domicilio de Pablo Trinofi, que al ver que su casa estaba rodeada por la policía local tomó una soga, la colgó de un sostén de metal y se ahorcó. Murió al instante. Cuando las fuerzas de seguridad ingresaron a la propiedad minutos después, el hombre de 39 años colgaba ya sin vida.
Más allá del suicidio del único sospechaso, hasta el momento, por la muerte de Agustina, todavía hay una investigación en curso. Anoche, miles de vecinos de Esperanza marcharon para pedir justicia, seguridad y el esclarecimiento del hecho. Sin embargo, el acontecimiento que tenía que llevar una sola voz como consigna y la memoria de la víctima como estandarte, fue empañado por las militantes feministas que se dirigieron a los asistentes con micrófonos y altoparlantes.
La intervención de estas personas generó repudio de muchos vecinos que no aceptaron que en medio de la marcha por Agustina, algunas personas se mostraran con sus pañuelos verdes, defendiendo la legalización del aborto y haciendo referencia a temas que nada tenían que ver, como la inclusión de materias de educación sexual en las currículas obligatorias.
Del grupo de asistentes que arremetieron contra ellas, una vecina de la víctima decidió dar un paso al frente e increparlas personalmente. En uno de los videos de ese momento se puede comprobar que la mujer que hablaba cambió rápidamente su comportamiento con la señora que se acercó a criticar. En un primer momento se aleja del micrófono para escucharla, pero cuando percibe sus reclamos busca separarla para seguir con el discurso, ignorándola.
-“¡La marcha es por Agustina, no hay nada político acá!”, le increpó molesta la vecina.
Analía Palmioli, al ver que su interlocutora volvió al micrófono al grito de “¡Agustina presente!”, se dirigió ante la compañera que tenía al lado. A ella le reitera el pedido para que despoliticen su discurso, pero recibió una respuesta insólita e indignante: “Agustina es una muerta política”. Palmioli estalló de irá y la increpó: “¿Qué política? ¿Dónde vivís? ¡Enferma, acá la gente está conmocionada y vos hablás de la política, tarada!”.
https://www.youtube.com/watch?v=0zrYNvF7TJs
Luego del incidente, Palmioli reconoció en sus redes sociales que le sorprendió la repercusión que tuvo lo acontecido y reiteró que los grupos que se hicieron presentes en Esperanza no representan a los vecinos y ni a la gente que espontáneamente marchó en memoria de la joven y para pedir justicia. “Vergüenza dan”, resaltó.