La ONG Human Rights Watch aprovechó la visita del príncipe heredero de Arabia Saudita a la Argentina para radicar directamente una denuncia contra él en Buenos Aires. Para la influyente organización, Mohamed Bin Salman es, entre otras cosas, el responsable intelectual por la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi, asesinado en el consulado de su país en Turquía el mes pasado.
Según la presentación judicial de la organización demandante, los tratados internacionales a los que está sujeto Argentina son de jerarquía constitucional y le permiten a las autoridades intervenir en hechos de lesa humanidad, sin importar la nacionalidad de las personas relacionadas y el lugar donde se hayan realizado los crímenes.
Cuando la noticia invadió los medios de comunicación argentinos, se plantearon ciertas dudas sobre la actitud de Salman, y si llegaría al país, tal cual estaba establecido en su agenda original, antes de la presentación judicial de Human Rights Watch. Sin embargo, esta mañana arribó a Buenos Aires, fue recibido por el Canciller de Mauricio Macri, Jorge Faurie, y todo parecía de lo más normal. Minutos después trascendieron las primeras declaraciones de los funcionarios argentinos que dejaban en evidencia la tranquilidad del príncipe con su arribo al país.
El vicecanciller argentino, Daniel Raimondi, fue consultado por la prensa sobre los posibles inconvenientes que podría tener el miembro de la corona saudí, pero sus palabras despejaron cualquier duda. “Él goza de inmunidad por el rol que está ejerciendo, en calidad de representante de un Estado soberano y en esa calidad tiene inmunidad funcional”, resaltó.
Desde la misma Cancillería argentina también advirtieron que “no existe base jurisdiccional en la legislación argentina ni antecedentes bajo el derecho internacional que habiliten la detención de un funcionario de su rango en funciones aún por crímenes internacionales”.
Como si esto fuera poco, el mismo canciller Faurie reconoció que si Salman está interesado en una reunión bilateral con Macri, le será otorgada sin ningún inconveniente.
La polémica defensa de Trump
Consultado por los periodistas de su país, el presidente norteamericano, Donald Trump, aseguró que no romperá su alianza con Arabia Saudita, a pesar del incidente que podría tener como responsable al mismo príncipe. En su defensa utilitaria, Trump dice que el principal interés son los Estados Unidos y que quebrar esa amistad estratégica complicaría, entre otras cosas, el precio del petróleo en su país.