Aunque no tienen ninguna reunión en agenda, el presidente argentino, Mauricio Macri, coincidirá en Nueva York con la titular del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. Ambos participarán de la Asamblea General de las Naciones Unidas, por lo que el líder de Cambiemos buscará un acercamiento que dé una señal sobre el desembolso anticipado que le pidió al organismo internacional.
Según el vocero del FMI, Gerry Rice, es posible que se reúnan, “quizá no formalmente, pero no sería una sorpresa por más que no esté previsto”. Luego de una jornada positiva tras el vencimiento de las Lebacs y un alza en las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street (se registraron subas de hasta el 14%), el presidente argentino buscará consolidar el momento de tranquilidad con una señal de apoyo del Fondo.
Por su parte, el Mercado de Valores de Buenos Aires también cierra la semana con buenas noticias y un alza del 3,62%. La energética Edenor tuvo un incremento en sus papeles del 9,94% y Metrogas registro una suba del 7,83%. La cementera Loma Negra y el Banco Superville también registraron alzas importantes con 6,59 y 8,92 respectivamente.
Bajó el dólar
La moneda norteamericana no siguió la escalada por encima de los 40 pesos e incluso registró una caída de un peso y centavos. Llegando al cierre de la jornada cambiaria del jueves, el dólar se encuentra estable y sin sobresaltos alrededor de los 38,90 pesos por unidad.
“La devaluación aportará a un cierre de año fiscal bueno para el Gobierno”
“Si bien Argentina enfrentará una recesión que puede ir hasta diciembre en el mejor de los casos, o hasta junio en el peor, a partir del rebote que tiene que llegar en 2019, existen bases más sólidas para pensar en un crecimiento económico sustentable. Los desequilibrios de 2015 eran más profundos de los que van a quedar para 2019. El país va a haber resuelto el déficit fiscal primario, el atraso cambiario, el control de cambios y el atraso tarifario. Quedarán pendientes las reformas en cuanto a la alta presión tributaria, la legislación laboral y el endeudamiento. Pero estos son problemas que Argentina podía resolver en una segunda instancia”, manifestó Ravier.