El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, debutó en su nuevo rol de coordinador de todas las áreas económicas. En el inicio de esta nueva etapa realizó una conferencia de prensa y dijo que todas las opciones “están sobre la mesa”, ante una pregunta sobre las retenciones agropecuarias. La urgencia del Gobierno es reducir el déficit fiscal, ya no por cuestiones domésticas propias exclusivamente, sino también por las fuertes presiones del Fondo Monetario Internacional.
Los comentarios de Dujovne generaron nerviosismo y malestar en la Sociedad Rural Argentina y su titular, Daniel Pelegrina, manifestó que rechazan cualquier intento de detener la reducción de retenciones a la soja o volver a implementarlas en el trigo y el maíz.
Cuando Cambiemos asumió en diciembre de 2015, uno de las pocas medidas concretas que anunció Mauricio Macri fue reducir la terrible presión fiscal que sufría el sector agropecuario. El nuevo Gobierno implementó una reducción en las retenciones a la soja y las eliminó en las exportaciones de trigo y maíz. El fracaso del plan “gradualista” para reducir el déficit heredado del kirchnerismo, sumado a las nuevas presiones del FMI, que está por otorgar un importante salvataje para que Argentina siga cubriendo su rojo fiscal, podrían terminar eliminando uno de los claros logros del macrismo.
“Todas las opciones están sobre la mesa. Es lógico que el sector privado especule, pero no hemos hecho ningún anuncio oficial ni lo vamos a hacer hasta que decidamos las medidas a adoptar, el camino que tenemos planeado para los próximos años es hacia un déficit fiscal más bajo “, manifestó Dujovne.
El campo: ¿un aliado en peligro?
Durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner el sector agropecuario fue uno de los más castigados por la política económica de entonces. Además de altos impuestos y retenciones, el mercado cambiario intervenido fijaba un dólar oficial inexistente a la hora de comprar divisas, pero muy claro para establecer los precios oficiales de la exportación.
Es por esto que cuando el campo exportaba, además de los impuestos y retenciones, el Gobierno le daba el equivalente en pesos de un dólar bajo, por lo que el sector sufría varios saqueos simultáneos. El agro fue uno de los principales grupos que se manifestaron en contra de la intención de reforma constitucional kirchnerista y, logicamente, uno de los espacios fundamentales para llevar a Macri a la presidencia.
Sin embargo por estas horas esta alianza se encuentra amenazada y el macrismo deberá decidir si de una vez por todas se anima a reducir el descomunal costo del Estado o si comete el error de implementar más políticas kirchneristas para salir del paso.