La calma con la que Mauricio Macri gobernó durante 2016 y 2017 es historia. La corrida cambiaria de la última semana, la venta de reservas que contuvo las subidas por solamente horas y el anuncio del FMI hicieron que en tan solo 15 días el Gobierno que pensaba en una reelección casi asegurada, se pregunte… “¿qué pasó?”
Anoche, en una sesión maratónica, la oposición consiguió aprobar en diputados la “Emergencia Tarifaria”, que congela los aumentos y retrotrae los valores a noviembre del año pasado. El hecho que se haya avanzado en este sentido, aunque Macri adelantó que de aprobarse sería vetado, indica que los legisladores opositores están más interesados en hacerle pagar al presidente el costo político del veto que en las tarifas.
Consecuencias del anuncio sobre el FMI
Aunque desde el Gobierno se insista con que no hay crisis, la lectura política de la situación no dice lo mismo. Inclusive, la negación manifiesta, por momentos parecieran recordar los anuncios de Fernando de la Rúa antes del colapso de diciembre de 2001.
Yendo a lo concreto, el anuncio de Macri sobre el acuerdo con el FMI arrojó algunas claras consecuencias que marcan la agenda por estos días. Por un lado, el mercado recibió la novedad con cierta calma. El dólar frenó su escalada y las subidas que se registran en las últimas horas son ínfimas. El Merval (Mercado de Valores de Buenos Aires) también detuvo su caída y registró un leve repunte.
Donde no hubo calma, sino todo lo contrario, es en el plano político. Es claro que parte de la oposición interpreta que la alianza Cambiemos está herida y busca golpear duramente para aprovechar el momento de defensas bajas. La aprobación del congelamiento de tarifas en diputados fue acompañada por grandes manifestaciones de sindicalistas en la puerta del Congreso y durante la sesión aparecieron los carteles de “Fuera el FMI” en las bancas de la oposición.
¿El fin del gradualismo?
Aunque el anuncio presidencial volvió a hacer énfasis en el programa “gradual” para salir de la crisis y no se hizo mención a un cambio de rumbo, por estas horas el tema en discusión es el condicionamiento del FMI. Más allá del interés del 3,5 anual, el organismo internacional exigirá una reducción más ambiciosa del déficit fiscal y un fuerte control monetario. Según el economista Martín Redrado, la opción de crédito otorgada a la Argentina es “la más dura que nos pudo tocar” y el país deberá lidiar con una “auditoria estricta”.
Lo que no se hizo por las buenas ¿se hará por las malas?
Otra de las críticas que pesan sobre el Gobierno de Macri por estas horas es que lo que no quiso hacer en diciembre de 2015, por las buenas al inicio de su mandato, podría tener que hacerlo llegando al final de su período presidencial. Sin dudas que la implementación de medidas incómodas al inicio del Gobierno hubiera sido más “cómodo” políticamente. Un anuncio en la primera semana de Gobierno, responsabilizando a Cristina Kirchner por la situación, hubiese sido más accesible de comprender para la opinión pública que un cambio de rumbo a los tres años de mandato.
El economista Ricardo López Murphy advirtió desde entonces que pequeñas malas noticias constantemente podrían llegar a ser más “caras” que un blanqueo de situación al primer día. Los hechos parecen darle la razón, ya que es común escuchar en la ciudadanía comentarios como “hace tres años que no está Cristina, ¿cuánto más le van a echar la culpa?”
La periodista María Zaldivar, desde su cuenta de Twitter, hizo referencia a la paradoja del gradualismo fracasado y el posible shock forzoso que podría enfrentar el Gobierno a partir de ahora:
Elegimos gradualismo a shock. Con el gradualismo desembocamos en la puerta del FMI que, para ayudarnos, va a pedirnos shock
— María Zaldívar (@MariaZaldivar) May 10, 2018