De realizarse las elecciones fraudulentas de Nicolás Maduro, Venezuela podría quedar aún más aislada del plano internacional, ya que un sector del Gobierno argentino busca convencer al presidente Mauricio Macri de expulsar al embajador chavista del país.
El ministerio de Relaciones Exteriores, comandado por Jorge Faurie, tiene en mente el proyecto que Argentina expulse al representante del Gobierno de Maduro, en coincidencia con el anuncio oficial de desconocimiento del resultado electoral del próximo 20 de mayo.
Junto a la salida del embajador, Faurie considera también que Macri debe retirar a su embajador de territorio venezolano y reducir a nivel de cónsul la representación nacional. El presidente argentino ya adelantó junto a su par español que no reconocerá bajo ninguna circunstancia el resultado de una elección que considera “fraudulenta”, pero todavía no está decidido si llevará a cabo la propuesta de su canciller.
Macri duda porque no quiere profundizar una escalada que termine agravando la situación de la población civil y fortaleciendo a una dictadura más aislada. Al presidente argentino le gustaría que la jugada diplomática sea acompañada por el conjunto de los países de la región.
A pesar de que todavía se sigue manifestando públicamente en favor de una salida pacífica y democrática del Gobierno chavista, Macri sabe que esto es cada vez más improbable y sí apuesta por un golpe diplomático, quiere que sea masivo y de knock out para Maduro.
“La expulsión sería coherente con la defensa de los Derechos Humanos”
El analista Martín Simonetta (Fundación Atlas 1853), en diálogo con PanAm Post, advirtió que la medida propuesta por Faurie ayudaría a llamar aún más la atención del mundo ante la constante violación de los Derechos Humanos más básicos por parte del Gobierno chavista.
“El mundo no puede seguir callado ante el genocidio silencioso que se produce en Venezuela, país del cual han escapado más del 10 % de sus habitantes”, resaltó.
Para Simonetta “la recepción en Argentina de forma creciente de los ciudadanos venezolanos, especialmente jóvenes, que buscan crecer lejos del infierno de Maduro”, es una clara muestra de lo insostenible de la situación de la dictadura venezolana.
Los cancilleres de Macri: de la “demócrata” indulgente con la dictadura, al “halcón” en sintonía trumpista
La cartera de relaciones exteriores fue una de las que tuvo cambio de comandante desde el inicio del Gobierno de Cambiemos en diciembre de 2015. Susana Malcorra fue la primera canciller macrista y una de las funcionarias más criticadas en el principio del mandato presidencial. Sorpresivamente, Malcorra, en vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, se manifestó como una entusiasta defensora de la derrotada, Hillary Clinton.
Si el apoyo diplomático no fue lo suficientemente insólito, la diplomática se encargó de hacerlo peor: siguió defendiendo a Clinton, inclusive después de su caída ante Donald Trump. Pero lo que más críticas le causó durante su gestión fue la indulgente posición ante el autoritarismo del Gobierno de Nicolás Maduro. Luego de renunciar por supuestos problemas de salud de índole familiar, Malcorra fue reemplazada por Faurie, que generó un serio cambio de rumbo en la política exterior argentina. De toda la plana del Ejecutivo, el actual canciller es uno de los más fervientes opositores del chavismo.