Todos los focos estaban puestos sobre la interpelación en el Congreso al ministro de Finanzas, Luis Caputo, que debía responder las preguntas de la oposición. Aunque en lo formal la comisión que lo citó fue la del Seguimiento y Control de la Gestión de Contratación y de Pago de la Deuda, ya era de conocimiento público que desde el kirchnerismo se le iba a cuestionar sobre su patrimonio en cuentas “offshore” y el escándalo del “Panamá Papers“.
El ministro, funcionario de importancia para Mauricio Macri, ya que es el encargado de conseguir el financiamiento para afrontar el plan “gradualista” en que se encuentra el Gobierno, se estuvo preparando incluso hasta con un coach para responder de forma satisfactoria en lo comunicacional además de lo técnico, decidió levantar la sesión en medio de un escándalo que nada tenía que ver con sus finanzas o de la Nación.
El “papelito” de la discordia
Luego de horas de interpelación por parte de legisladores de todos los bloques, la kirchnerista Gabriela Cerruti se levantó a los gritos mostrando un papel y manifestando: “Soy una diputada, no me puede mandar un papelito en medio de la sesión!”.
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Buscando que la legisladora kirchnerista vuelva a su lugar y guarde silencio, el encargado de presidir la sesión reiteró en varias oportunidades: “siéntese, hay otras personas haciendo uso de la palabra”, “siéntese por favor”, pero lo único que pasó fue que otros diputados alineados a Cristina Fernández como Agustín Rossi, se levantaron para gritar junto a Cerruti que mostraba el “papelito” indignada. Cuando la situación se fue de control, se oyó por el microfono a Caputo decir “levantala…levantala porque…vamos”. Y la sesión quedó terminada en medio del griterío.
El papel, escrito a mano por el ministro, que envió mediante un asesor a la legisladora decía: “Mis hijas tienen 11 y 13 años, no seas tan mala”, junto a una cara sonriente dibujada.
Para la diputada, la nota informal se trató de una actitud “machista” y “misógina” o, inclusive, de una amenaza.
Luego del escándalo, el ministro macrista dijo que le envió esa nota a la diputada en respuesta a unos dichos suyos en televisión. Recientemente, Cerruti denunció que Caputo había comprado una empresa que habría puesto a nombre de su hija, para no blanquearlo dentro de su patrimonio, lo que sería imposible, dado las edades que tienen sus únicas hijas.
Lo que pasó antes del escándalo
En respuesta a las preguntas del kirchnerismo sobre el patrimonio del ministro en el exterior, Caputo reconoció sus cuentas en otros países, pero dijo que no son ilegales y defendió su inocencia:
“El tema de las offshores no es delito. El único tema es tenerlas declaradas, piensen en ellas como si fuera una caja de seguridad. Lo que uno tiene adentro de una caja de seguridad lo puede tener declarado o no, eso no convierte a las cajas de seguridad en malas, enemigas o algo. Simplemente cada uno tiene que ser responsable de lo que guarda en su caja de seguridad y tenerlo declarado”.
Axel Kiciloff, actual legislador y ex ministro de Economía de Cristina Fernández, no se dio por satisfecho con las respuestas de Caputo y le increpó: “Usted tiene mucha información para llenarse de guita”.