El Gobierno argentino sigue en su cruzada por reducir el déficit fiscal, que si bien es cierto es un problema heredado, todavía no encuentra la vuelta para salir de la situación que, además de incrementar el endeudamiento, pospone índices normales de inflación.
Los ánimos en la opinión pública están caldeados. El Estado no hace el ajuste que sí hace el sector privado. Entre otras cosas mediante el ordenamiento (aumento) de tarifas, y todos los anuncios de planes para reducir el gasto gubernamental termina materializándose en monedas.
Un artículo periodístico le puso número a un tema que siempre estuvo en debate, pero sin mayores precisiones. El “canje” de pasajes de los legisladores y sus verdaderas cifras. El cuestionado sistema del Congreso argentino tiene que ver con los tramos de avión y de bus que cada legislador tiene disposición todos los meses. Pero el problema aparece con el “derecho” de los legisladores a cambiar por dinero los pasajes que no se usan.
Los diputados argentinos que más recursos obtuvieron el año pasado mediante esta fuente de ingresos, que realmente funciona como un sobresueldo encubierto, fueron la macrista Elisa “Lilita” Carrió y el massista Alberto Roberti con $355.800 (USD $18.000), ya que no utilizaron pasajes, pero pasaron a “cobrar”. Por su parte, Paula Urroz y Miguel Bazze (Cambiemos) utilizaron muy pocos pasajes, por lo que solicitaron que se les deposite en sus cuentas alrededor de $340.000 (USD $17.000).
Lo cierto es que más allá de la discusión entre oficialistas y opositores, que a la hora del enfrentamiento público se enfrentan con acalorados debates, votan estas normativas abusivas que los une como una corporación, cuya única oposición es el interés de los contribuyentes.
Repercusiones en redes sociales y renuncias al “beneficio”
El abogado Pablo “Alberdiano” Torres, polémico twittero argentino, se convirtió en la pesadilla de varios dirigentes macristas, ya que se toma la molestia de “auditar” constantemente el Boletín Oficial para denunciar los abusos que allí salen publicados, y que sin su intervención en redes sociales pasarían desapercibidos.
Una de sus víctimas políticas del “bullying liberal” de Torres es el diputado oficialista Fernando Iglesias, que luego de que el tema ganó espacio en la opinión pública, decidió donar a un hospital los últimos recursos que cobró por el canje de viáticos y solicitar a la presidencia de la Cámara que a partir de este momento no se le transfiera un solo peso por este concepto. El legislador macrista publicó en la red social todos los papeles que certifican la donación y la renuncia al polémico beneficio.
For your information@Intratables @pviloutaoficial @deboraplager @GabyLevinas @ceferinoreato @SANTIAGODELMORO
Donación al Garrahan efectuada
Meses de diciembre, enero y febrero por un total de $105.300. A la tarde presento renuncia al cobro de pasajes por canje. Cordiales saludos pic.twitter.com/GWAQz8nObK— Fernando A. Iglesias (@FerIglesias) March 27, 2018
La actitud del diputado fue bien recibida en redes sociales, pero también varios usuarios le cuestionaron no haberlo hecho antes. Los únicos que decidieron no acceder nunca a este ingreso paralelo fueron los diputados del Frente de Izquierda, que ganaron visibilidad en los medios al denunciar la “estafa delincuencial” que significa el canje.
En diálogo con el PanAm Post, Torres manifestó que esta es una oportunidad para que la ciudadanía en su conjunto pueda manifestarse más allá de cualquier diferencia y en contra de un claro beneficio:
Todos deberíamos exigirles a los diputados y senadores argentinos que votamos que terminen con sus privilegios. En este caso en concreto, todos los ciudadanos debemos dejar de lado las ideologías y las grietas para unirnos en esta campaña ya instalada en la opinión pública.